Juan María Calles defiende un modelo de Administración pública sustentado en la eficacia, la austeridad y la ética

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón y candidato a la alcaldía, Juan María Calles, ha defendido un modelo de Administración pública sustentado en la eficacia, la austeridad y la ética. Así lo ha expuesto en el transcurso de una de las mesas de debate en la Convención Autonómica del PSPV celebrada hoy en Valencia con la presencia del vicepresidente y portavoz del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

“Las reformas estatutarias, como la de 2006, han derivado nuevas competencias a las autonomías. Son nuevos servicios que requieren voluntad política para impulsarlos y, sobre todo, financiación. Justo en el peor momento económico, cuando la crisis impone sacrificios y restricciones”, ha afirmado. Calles ha participado en la convención con una ponencia sobre el nuevo papel de la Administración autonómico y su relación con los ayuntamientos.

A su juicio, la crisis está redefiniendo las relaciones entre las distintas administraciones. “El Partido Popular nos ha llevado al suicidio financiero. El gran objetivo político de asentar el Estado del bienestar se ha derrumbado como un castillo de naipes por la gestión catastrófica de unos gobernantes temerarios que han hundido la Generalitat”, ha señalado.

En ese sentido, ha apuntado también “la urgencia de cambios estructurales que deben estar guiados por dos criterios. Por un lado, eficacia, porque ningún servicio es aceptable si se sustenta en el derroche, en macroeventos y en electoralismo institucional. Y por otro, legalidad, porque los derechos y las garantías de los ciudadanos no pueden disminuirse. La calidad debe ser una prioridad en los nuevos tiempos de la Administración”.

Además, ha incidido en la necesidad de mejorar la coordinación entre las distintas administraciones públicas. “Quienes tenemos vocación municipalista y apostamos por dar más relevancia institucional a los ayuntamientos, creemos que ya va siendo hora de afrontar una segunda descentralización. Es necesario articular una mejor coordinación entre las administraciones públicas y, por supuesto, con la garantía de una suficiente financiación”.

“Ayuntamientos como el de Castellón –ha dicho– están impulsando planes de modernización que han de marcar el futuro de la Administración local. El marco de la Ley de Grandes Ciudades está propiciando cambios relevantes, tanto en la administración autonómica como en la municipal, pero las dificultades económicas plantean dudas sobre su viabilidad”.