Las Escuelas Pías de Castellón celebran a San José de Calasanz
Más de 700 voces cantaron el himno del 125 aniversario en la Concatedral de Santa María
El antiguo himno de las Escuelas Pías empezaba con estas letras “Las campanas repican vibrantes, Calasanz volteando en tu honor”....y así fue. El pasado viernes 25 de noviembre Castellón se llenó con ese aroma escolapio indescriptible pero que deja huella a su paso, un mar de niños llenaban nuestras calles dirigiéndose a la Concatedral de Santa María a celebrar nuestro patrón, San José de Calasanz.
Salir del colegio, caminar todos juntos, acompañar a los más pequeños (los alumnos de tercero y cuarto de ESO los llevaban de la mano), fue un signo de una Escuela Pía en salida, abierta a los más necesitados, diocesana, que sigue educando evangelizando y que desde hace 125 años está presente en nuestra ciudad, favoreciendo la educación de miles de niños.
La celebración de nuestro santo se enmarca en el último viernes de noviembre, cerca del 27 que es la fecha de su patrocinio como impulsor de las primeras escuelas populares en Roma. Este año, la fiesta además tenía un carácter muy especial, pues los escolapios estamos celebrando 125 años de Presencia en Castellón, una presencia rica en matices y con una banda sonora única que es nuestro Conservatorio Calasancio.
A lo largo de la semana, los alumnos han ido conociendo con distintas actividades a San José de Calasanz, y en un ambiente de fiesta elaboraron juegos donde pequeños y mayores lo pasaron en grande. Fue una oportunidad de acercamiento, de unión, de ponernos los mayores al servicio de los pequeños y por unos días “hacernos como niños”.
La celebración fué única, Santa María vibraba, estaba llena de vida, de niños, de familias y de música, gracias al coro creado para la ocasión que unía colegio y conservatorio a una sola voz. El himno del 125 aniversario sonaba en las más de 700 voces que llenaban la concatedral. Pero no iba a ser la única nota musical. Volvíamos a nuestra plaza, en el Raval de la Trinidad para allí, donde todo empezó, donde muchos tenemos nuestro segundo hogar, cantar todos juntos y celebrar que “Hubo un hombre que supo ver en los niños futuros hombres de una nueva humanidad”. San José de Calasanz nos dejó un gran legado que celebramos con júbilo y alegría, que festejamos como un día grande y que seguiremos escribiendo con letras de oro este año ESCOLAPIO en mayúsculas.
