Emilio de Diego: “La propaganda no puede asentarse en una falsedad absoluta"
El curso de verano de la Universitat Jaume I “Invasores y patriotas. En torno al bicentenario de la Guerra de la Independencia entre España y América” ha empezado hoy en Benicàssim con la conferencia “La propaganda y la opinión pública en la Guerra de la Independencia”, del profesor Emilio de Diego García.
El ponente ha empezado su conferencia explicando la importancia que juega la propaganda en cualquier guerra, y ha destacado que “durante la Guerra de la Independencia se incorporaron novedades propagandísticas que duran hasta nuestro tiempo”.
Emilio de Diego ha continuado su intervención explicando los ejemplos de utilización propagandística que utilizaron los españoles en contra de los franceses desde 1808 a 1814, como caricaturas, música popular, textos que se leían a las masas, etcétera. De Diego ha recalcado también la necesidad de contar con un mensaje eficaz, y ha añadido que “la propaganda no puede asentarse en una falsedad absoluta. Debe tener un componente de verdad que conlleve la creencia del mensaje entero y afiance la credibilidad”.
Para finalizar, el conferenciante ha señalado que la batalla de la propaganda la ganaron los españoles frente al maestro de la propaganda, que era Napoleón.
La relevancia de los diarios de operaciones
La primera jornada del curso sobre el bicentenario de la Guerra de la Independencia ha continuado con la intervención del profesor de la Universidad Complutense de Madrid Enrique Martínez Ruiz, quien, en la conferencia “La guerra y los diarios de operaciones”, ha presentado la utilidad de estos diarios como documentos históricos.
El profesor ha explicado que hasta ahora no se ha dado importancia a este tipo de documentos, a pesar de que ofrecen gran cantidad de elementos que ayudan a comprender el funcionamiento interno del ejército español, debido a su difícil localización. A continuación Martínez ha detacado dos ideas sobre los diarios de operaciones: la primera es que los canales y requisitos administrativos funcionaron durante toda la guerra con mucha precisión, y la segunda es que todo se narraba sin énfasis. Así, ha puesto como ejemplo un diario del Segundo Ejército, Cuarta División, en la segunda mitad de 1811, y ha presentados datos referentes al número de efectivos, a las bajas que había, a las municiones y los víveres, etcétera. Con estos documentos se puede tener constancia, por ejemplo, de que cada soldado disponía de 10 ó 12 cartuchos de pólvora, o también se puede saber, en palabras del historiador, que “lo que un soldado debía comer en un día lo hacía en 3 ó 4”.
El ponente ha finalizado la sesión con datos referentes a la batalla de Segorbe, y se ha reafirmado en la idea que los diarios de operaciones tienen mucha relevancia, ya que “son informaciones seriadas y útiles que llegan a las dimensiones humanas de los ejércitos”.
