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Carrasco: “El traslado de los niños de Penyeta Roja en plena crisis del Coronavirus es una auténtica temeridad”

Carrasco: “El traslado de los niños de Penyeta Roja en plena crisis del Coronavirus es una auténtica temeridad”
  • La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, alerta del riesgo que supone cambiarlos de instalaciones y pregunta cuáles son las medidas que se van a adoptar para evitar posibles contagios

La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, afirma que el anuncio de la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana de “trasladar a los niños de Penyeta Roja en plena crisis del Coronavirus es una auténtica temeridad”. Así lo ha valorado después de la Diputación de Castellón anunciara ayer, vía comunicado, que adelantaba el “ya de por sí erróneo traslado” de los niños que ahora mismo están en el Centro de Acogida de Menores de Penyeta Roja, previsto para el 1 de abril, a ya mismo, con el deseo de que esté completado antes del 25 de marzo.

“El centro de acogida Verge de Lledó, en la avenida Hermanos Bou de la capital de la Plana, no está preparado para albergar a los niños de 0 a 12 años que ahora mismo están en acogida en Penyeta Roja. Ni las instalaciones se han adaptado para su nueva función ni se ha contratado a más personal para asumir este nuevo cometido, teniendo en cuenta además que el nuevo centro de acogida al que se les confina tutela a unos menores que tienen problemáticas completamente diferentes, ya que se trata de menores extranjeros no acompañados (los denominados MENA), de 16 y 18 años. ¿Es esa la educación y el cuidado que va a dispensar la Generalitat Valenciana y la Diputación a los más vulnerables de nuestra sociedad?”, afirma.

Además, la portavoz del Partido Popular en la ciudad de Castellón interpela a las responsables de los Servicios Sociales autonómicas y provinciales, Mónica Oltra y Patricia Puerta, sobre los protocolos que se van a seguir en este traslado para garantizar la salud de los niños y niñas de Penyeta Roja. “Estamos en un Estado de Alarma, hay una pandemia sanitaria, se está obligando a las personas a que estén confinadas en su casa, y ahora resulta que tenemos dos instituciones que son responsables de velar por el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, como son los niños, y en lugar de eso se dedican a pasearlos por la ciudad, de un centro a otro. ¿Es seguro? ¿O incluso se les va a realizar la prueba para garantizar que no son portadores del virus Covid-19 para impedir que unos puedan acabar infectando a todos? ¿Van a disponer de mascarillas, guantes y otro tipo de material durante el traslado o por parte del personal que los atenderá para evitar contagios?”, interpela. “Son muchas preguntas que no tienen respuesta y que ni Oltra ni Puerta están teniendo en cuenta”, añade.

“Las prisas por cerrar el centro de acogida de menores de Penyeta Roja responde única y exclusivamente al deseo de aprovechar la epidemia y el confinamiento como coartada o cortina de humo, para acelerar el traslado y cerrar otro capítulo negro en la gestión de los servicios sociales de los gobiernos de la izquierda. Solo así se puede entender la premura”, indica Begoña Carrasco. “Solo así se entiende que la Diputación esté vaciando Penyeta Roja para que sirva de hospital para los enfermos de coronavirus, obviando que aquellas instalaciones son inmensas, cuando el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ya ha confirmado que va a montar un hospital de campaña, frente al Hospital General o el Hospital de La Plana, con capacidad para 200 camas con el fin de ampliar la capacidad de atención a los pacientes enfermos, decisión que dicho sea de paso aplaudimos, porque es aquí donde hay que hacer los esfuerzos”, declara Carrasco.

“Pedimos a Mónica Oltra y a Patricia Puerta responsabilidad. Su obligación es velar por los menores que están bajo su tutela, no exponerlo a nuevos riesgos y cualquier cosa que les pueda ocurrir es de su exclusiva competencia. Y sobre todo coordinación y no aprovechar la mínima para tratar de cerrar un capítulo negro de su gestión. Su única preocupación debería ser ahora que no les falte de nada, ni a los menores, ni a ninguna de las personas que están acogidas en algunos de los centros que dependen de la Diputación y de la Conselleria, personas vulnerables que afrontan un mayor riesgo, como es el caso de los mayores. Deben garantizar la máxima desinfección de las instalaciones y el suministro de material de prevención al personal para evitar contagios, asuntos y protocolos acerca de los cuales todavía no han pronunciado ni una sola palabra, lo que nos produce todavía más preocupación de la que ya tenemos”, concluye.

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