Carrasco insta a Marco a que los vecinos puedan decidir antes de que del centro sea una ratonera con el ‘Castellón Central’
"El proyecto de 10,5 millones que va a cerrar al tráfico más calles del centro, como Asensi, afecta a residentes, comercios y vecinos en general que cada vez encuentran más dificultades para llegar al corazón de la ciudad"
"Las restricciones del ‘Castellón Central’ afectan a una medida de 6.515 plazas de aparcamiento, además de incorporar el sistema sancionador de cámaras que ya funciona en el centro, a razón de 80 euros la multa"
La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, insta a la alcaldesa Amparo Marco a que los vecinos puedan decidir antes de que del centro sea una ratonera con el ‘Castellón Central’. Así se ha pronunciado respecto al proyecto de bajas emisiones que se prevé implantar impidiendo el acceso en coche a más calles en torno al centro. Según los estudios de movilidad se verán afectados 97.988 vehículos, que corresponden a la suma de los vehículos que circulan por alguna de las vías afectadas durante la semana. De esta manera, el Partido Popular eleva una moción al Pleno para poner en marcha de un proceso de participación ciudadana que dé voz a los castellonenses.
“A los castellonenses no se les puede dejar al margen como hasta ahora se les ha dejado, porque el gobierno ha contratado el anteproyecto antes de pulsar su opinión. Ya sabemos los problemas que esto conlleva, el ejemplo más claro lo tenemos con la reforma de la Avenida de Lidón, que ha acabado en el juzgado y revisándose en estos momentos la parte de la financiación que depende de Europa”, añade.
El propósito de los Populares es conseguir la mayoría suficiente para que los representantes de las asociaciones vecinales, los comercios y entidades de toda índole de la ciudad participen en foros, de manera que puedan manifestar y dejar constancia y registrada su opinión. Así como aportar soluciones que podrían aplicarse, con el doble objetivo de conseguir una ciudad más sostenible, pero ajustada a las necesidades reales y aspiraciones del conjunto de los castellonenses. “Se trata de un proyecto de ciudad de gran envergadura que afecta no solo a la movilidad, sino también al concepto de habitabilidad y, sobre todo, de accesibilidad. Por eso, proponemos que se establezca un calendario de trabajo, exposición y recogida de las propuestas”, apunta Carrasco.
“Los castellonenses tienen todo el derecho a decidir el modelo de ciudad que quieren. El proyecto de 10,5 millones que va a cerrar al tráfico más calles en torno al centro, como Asensi, afecta a residentes, a comercios y vecinos en general que cada vez encuentran más dificultades para acceder a un corazón de la ciudad que se muere. Lo han convertido en una ratonera en el peor momento, con una crisis que lleva a cerrar cada vez más negocios y sin incentivos para atraer clientes, sino más bien de expulsarlos, con el efecto que provocan las cámaras o eliminando servicios como Correos”, añade.
Las restricciones del ‘Castellón Central’, implican la incorporación de nuevas cámaras de control de tráfico similares al sistema sancionador de cámaras que ya funciona en el centro a razón de 80 euros la multa. Afectará también a una medida de 6.515 plazas de aparcamiento distribuidas entre 2.568 plazas públicas de rotación y 3.947 privadas de residentes, teniendo en cuenta que, según los cálculos y consideraciones de cara al dimensionamiento de las necesidades de aparcamiento, se establecen como necesidad de plazas de aparcamiento en 4.320 plazas en la calle y 8.680 plazas en edificio privados.
El 23 de febrero de 2022, se publicó en el BOE la resolución provisional de la Secretaría General de Transportes y Movilidad por la que se hace pública la relación de ayudas concedidas en el referido programa, según la cual, el Ayuntamiento de Castellón de la Plana figura en el anexo 1 como beneficiario de las actuaciones de la solicitud 1, con un importe subvencionable con Fondos Europeos de 7.841.880, de un importe total de 10.542.972 euros.
En la práctica, este proyecto va a suponer el cierre a la circulación de los vehículos a motor de todo el centro de Castellón, concretamente de un área de 745.000 metros cuadrados, la superficie comprendida entre la calle Cerdán de Tallada (al norte), las calles San Roque, Sanahuja, Gobernador, Guitarrista Tárrega y la avenida Casalduch (al este), calles Orfebres Santa Línea y Lepanto (al sur) y rondas Mijares y Magdalena (al oeste), con el objetivo claro de reducir las emisiones contaminantes en más de un 40% con respecto al actual dato y el tráfico, tanto público como privado.
