Carrasco: “La historia se repite con el lío monumental de las autorizaciones que no tienen garantizadas los chiringuitos de las playas de Castellón para abrir en junio”

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, lamenta que un año más la historia se repita con el lío monumental de las autorizaciones que no tienen garantizadas los chiringuitos de las playas de Castellón para abrir en junio. “Ahora mismo, a las puertas de la campaña estival, el equipo de gobierno municipal tiene sobre la mesa la incertidumbre de la que debería haberse ocupado hace tiempo, para no volver a repetir los errores del verano pasado cuando nuestros chiringuitos abrieron un mes más tarde que en el resto de municipios de costa”, explica.

Carrasco, insta al gobierno de Amparo Marco a evitar por todos los medios más pérdidas de oportunidades y de creación de empleo. “Todo el problema radica en el PATIVEL, el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral, al que el equipo de gobierno no alegó, cuando puedo hacerlo y, por eso, seguimos teniendo la misma catalogación de playas que impide a los chiringuitos montar hasta el mes de julio, es decir, desaprovechando así el tirón del verano que empieza en junio con la noche de San Juan”, apunta.

“El máximo escollo lo tiene la alcaldesa en su socio de gobierno Podemos, cuyo portavoz, a preguntas de nuestro representante, Juan Gallén, en el último Consejo Rector del Patronato Municipal de Turismo reconoció que no piensa hacer nada para buscar la solución definitiva que permita a la ciudad aprovechar al máximo las campañas turísticas. Se opone a cualquier modificación del PATIVEL para que las playas del Gurugú y del Pinar pasaran de nivel 2 al 1 dando cabida a los chiringuitos en junio o incluso en Semana Santa, como han hecho municipios vecinos como Benicàssim, porque la sostenibilidad y la economía son dos conceptos compatibles y no hay que renunciar a ninguno de ellos, aclara Carrasco.

Esta respuesta de su socio de gobierno contrasta con las declaraciones que hizo la alcaldesa Amparo Marco el 17 de junio del año pasado en el Pleno donde en contestación a una pregunta del PP, dijo que iba a mediar con las administraciones, llegando a afirmar que estaba ya en conversaciones con la Conselleria y con Costas. “Basta ya de pasarse la pelota de unas administraciones a otras sin aportar soluciones”, insiste Carrasco.

Y añade: “El lío monumental que desgraciadamente volvemos a revivir con reuniones con unas y otras áreas sin saber bien quién se encarga de qué y sin que a finales de abril, como estamos, estén garantizados los permisos a los chiringuitos, vuelve a poner en peligro los más de 100 puestos de trabajo directos, más los indirectos, que generan estos negocios turísticos y más todo lo que esto comporta para el sector turístico al que, además, Ximo Puig y sus socios de gobierno castigan con la tasa turística. Impuesto que hemos pedido que no aplique el Ayuntamiento de Castellón, que es el que tiene competencias para hacerlo”, añade.

El pasado 8 de julio el Partido Popular presentó una iniciativa plenaria, en forma de moción, que rechazó el equipo de gobierno formado por PSOE, Compromís y Podemos oponiéndose a buscar soluciones definitivas para aprovechar al máximo las campañas turísticas. “Apelábamos al consenso de todos los grupos políticos para evitar que el sector turístico de Castellón pierda oportunidades de cara a futuras campañas, porque el retraso en la apertura de los chiringuitos al mes de julio repercute en la oferta turística y Castellón necesita una oferta gastronómica y de ocio atractiva y diversificada para que se pueda crear riqueza y empleo”, recuerda Begoña Carrasco.

En su propuesta el PP instaba a crear una mesa de trabajo a tres bandas en la que participaran el Ayuntamiento de Castellón, la Generalitat Valenciana y la Sección de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, con el fin de coordinar con tiempo suficiente, las demandas sobre la explotación de negocios en las playas e iniciar los trámites para cambiar la catalogación de las playas de Castellón, actualmente urbanas de tipo 2, para que puedan abrir los chiringuitos desde junio. “La sostenibilidad y la economía son dos conceptos compatibles y no hay que renunciar a ninguno de ellos”, concluye Carrasco.