Carrasco: “Qué apuesta medioambiental hay en Lledó si el proyecto de reforma elimina una zona verde para llenarla de vehículos”

La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, denuncia una incoherencia más de un proyecto, el de la reforma de la Avenida de Lledó, que va a costar 3,3 millones de euros y que se anuncia como el más respetuoso con el Medio Ambiente, cuando precisamente “sacrifica el parque que hay junto a una escuela infantil para convertirlo en una zona de aparcamiento, llenando de vehículos la zona residencial. Desde luego no es un buen ejemplo de respecto al Medio Ambiente”.

“Este proyecto, que nadie ha pedido, con un elevado coste para las arcas municipales, es un despropósito que de manera mayoritaria rechazan los castellonenses. Antes de actuar en la Avenida de Lledó, en la que no hace falta una reforma de este calibre, el gobierno de Amparo Marco podría haber pensado en reformar otros barrios que lo necesitan más. Esto pasa porque la alcaldesa Amparo Marco no escucha a los vecinos, no conoce los problemas reales de los castellonenses y, además, no es cierto que la actuación en Lledó vaya a reducir las emisiones del CO2 porque tráfico va a haber igual, solo que concentrado en las calles de alrededor de la avenida”, apunta.

En este sentido, Carrasco pide a Amparo Marco que escuche el clamor vecinal contra una actuación que, “va a traer más problemas que beneficios a los castellonenses porque no es solo una cuestión de un barrio, sino que afecta a toda la ciudad desde el momento en que se decide suprimir un carril de entrada al centro de la ciudad, desde la rotonda de Tombatossal a Maria Agustina, y que elimina zonas de aparcamiento que ya existen para concentrar el estacionamiento de vehículos en un punto concreto a costa de perder espacios verdes junto a las viviendas, con la preocupación añadida para muchos residentes de que el nuevo parking se convierta en un efecto llamada para hacer botellones”.

Y añade: “Si el equipo de gobierno municipal quiere trabajar por los castellonenses, que baje los impuestos para dejar de ser la segunda ciudad española que más IBI recauda (402 euros por habitante de media) empatada con Barcelona; que reduzca la presión fiscal; que priorice las ayudas directas a las pymes y autónomos asfixiadas por la pandemia al quedarse sin ingresos y que se olvide de proyectos que nadie le ha pedido”.  

Carrasco insiste en que la prioridad de este gobierno municipal debería ser ayudar a los que peor lo están pasando en esta crisis sanitaria, económica y social “porque las ayudas no les están llegando y cada día que pasa es una vuelta de tuerca más para quienes dependen de estas ayudas para no bajar la persiana definitivamente y todo ello va ligado a la conservación de puestos de trabajo en una ciudad que supera los 16.000 parados”.

Y con respecto a los proyectos de ciudad como el que supone la reforma de la Avenida de Lledó, “debería haber nacido desde el consenso para evitar el rechazo masivo que ha provocado entre los vecinos que han recogido firmas para que no continúe adelante. La alcaldesa debe anteponer siempre el interés general al suyo propio”, concluye Carrasco.