Calles: "El Ayuntamiento de Castellón da por perdidos 17 millones de euros que debía haber ingresado entre los años 1990 y 2008"

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Juan María Calles, tacha de “escandaloso” que el equipo de gobierno del Partido Popular considere inviable el cobro de más de 17 millones de euros. Los presupuestos municipales de los años 1990 a 2008 han consignado ingresos que ha sido imposible recaudar por “falta de diligencia” del Gobierno local.“El alcalde, Alberto Fabra, y su antecesor, José Luis Gimeno, son dos representantes del desgobierno y de la ineptitud más lamentable y más irritante”, afirma Calles.

El informe de la Cuenta General, redactado por el Área de Gestión Presupuestaria, revela que más de la mitad de los 31 millones de euros que el Ayuntamiento no ha ingresado en los últimos 18 años son derechos de “dudoso cobro”, esto es, que son de “difícil o imposible recaudación”. Se trata de 17 millones de euros correspondientes a impuestos, tasas e ingresos patrimoniales.

“Ahora se entiende un poco más por qué el Partido Popular está apretándonos las clavijas a los castellonenses con una subida de impuestos y tasas municipales tan tremenda”, dice el líder socialista. “El alcalde y su equipo están consiguiendo dejar la economía municipal por los suelos y los efectos de esta catástrofe tardarán años en subsanarse”, agrega.

“Estamos hablando de 2.800 millones de las antiguas pesetas”, explica Calles, quien requiere explicaciones al alcalde por esta “grave pérdida para las arcas municipales”. El portavoz socialista apunta que “con ese dinero el Ayuntamiento podría haber impulsado miles de viviendas protección oficial y haber desarrollado políticas sociales para garantizar una mejor calidad de vida para las ciudadanas y ciudadanos de Castellón”.

El portavoz del grupo socialista reclama a Fabra que aplique un plan de choque para contener la “crisis municipal”. “El estado de desgobierno es tal que no hay dinero ni para comprar ni una silla”, asegura Calles, quien vaticina que “la falta de liquidez que sufre el Ayuntamiento corre el riesgo de agravarse a corto plazo y tener consecuencias graves en el pago al personal y a los acreedores y hasta frenar las inversiones previstas en el presupuesto”.