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Campos abandonados, fincas envejecidas y baja producción: la Comunitat se enfrenta a una agria campaña para la naranja

Campos abandonados, fincas envejecidas y baja producción: la Comunitat se enfrenta a una agria campaña para la naranja
  • En el último mes han cerrado tres empresas de cítricos en Castellón: la última Agrios de Nules, en Burriana

Esta semana hemos conocido el cierre de una nueva empresa citrícola en Castellón, la tercera en tan solo un mes, en plena campaña de la naranja 2023-24.

Se trata de Agrios de Nules, ubicada en Burriana, que se suma al cierre de la cooperativa Cítrics de Nulesy Greenmed de Almassora (antigua Martinavarro)

El secretario general de La Unió Llamadora i Ramadera, Carles Peris, ha asegurado que estos cierres están ligados a la suma de campañas citrícolas con una baja producción. En este sentido, Peris ha explicado que “estamos ante la quinta campaña consecutiva en la que la producción está por debajo de la media”, por debajo de los tres millones de toneladas de naranjas, lo que supone “históricamente el aforo de producción más bajo”.

Varios son los motivos que están mermando la producción de naranjas en la Comunitat Valenciana. Así Carles Peris ha señalado el cambio climático porque “la planta no se comporta como antes y esto supone una merma de producción”, además una gran parte de la superficie de cultivo está abandonada y otra parte de la superficie cuenta con árboles de entre 25 y 30 años por lo que “el rendimiento es inferior”. 

A esto hay que sumar otro factor: la descapitalización de la producción con precios bajos que lleva a los agricultores a no invertir en trabajos agroeconómicos.

Pese a todos estos factores adversos, Peris destaca como positivo que los precios en origen son buenos al haber un déficit de fruta. “Los precios se comportan bien al faltar cítricos”, ha explicado el secretario general de La Unió.

¿Por qué cierran algunas empresas citrícolas?

Como les hemos contado al principio de este artículo, tres empresas de naranjas han cerrado en el último mes en la provincia de Castellón. Y según el secretario general de La Unió esta situación está ligada a la baja producción acumulada de los últimos años. 

Carles Peris explica que las empresas más pequeñas se ven obligas a cerrar porque “necesitan un mínimo de toneladas de naranja que pase por el lineal para vender”, de no ser así, “estas empresas no pueden cubrir los costes de producción”.

A esto hay que sumar la “monodependencia de la clemenules” en la provincia de Castellón, señala Peris, y que las empresas de cítricos apenas tienen dos meses para trabajar la reina de la clementina valenciana porque “años atrás, al hacer frío durante la campaña, la naranjada se mantenía. Pero ahora el clima no es bueno, la fruta se pasa y no está en condiciones de aguantar en los árboles”.

Esto supone que en los lineales, para ser rentables, las empresas deben trabajar otras variedades y las empresas más pequeñas que no tienen capacidad para ello, están obligadas a cerrar.

Sin embargo, las empresas grandes “al tener producto propio porque tienen fincas, y capacidad de comprar o exportar fruta desde Sudáfrica o Egipto, pueden trabajar todo el año y aguantar”.

De hecho, Carles Peris ha indicado que las grandes empresas han alcanzado un récord de importación de fruta desde Egipto que es más barata, pese a que “penalizan a la producción local y a las empresas”.

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