Una de cada cuatro personas está en riesgo de pobreza en la Comunitat
Según el último informe de Cáritas del año 2018, el 13.2% de los trabajadores en Valencia sufre carencias económicas
El 25.6% de las personas en la Comunitat Valenciana se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Son datos de la última memoria de Cáritas del año 2018, en la que se constata que los valencianos se sitúan cuatro puntos por encima de la media española de pobreza, que a día de hoy ronda el 21.6%.
Así lo ha anunciado hoy el director de Cáritas Diocesana, Ignacio Grande, junto al Obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, y la secretaria general de Cáritas Diocesana, Fani Raga. “No estamos mejor que en 2008, no hemos llegado a los niveles de antes de la crisis”, ha explicado preocupado el director de la organización. Y es que si hace diez años el 30.6% de las personas en la Comunitat no podían hacer frente a gastos imprevistos, ahora esa cifra ha aumentado hasta el 49.4% según los indicadores de privación material. Lo mismo ocurre con los valencianos que se han visto obligados a retrasar pagos de los gastos de la vivienda, que en 2018 ya son el 14.6% de la población –un punto más que en 2008-. Estos indicadores también confirman dos situaciones inquietantes: el 9.8% de los valencianos no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada, y para el 5.1% es imposible comer carne o pescado al menos cada dos días.
“La exclusión está enquistada en nuestra sociedad. Da la sensación de que es un fenómeno totalmente naturalizado”, ha subrayado Grande, alarmado ante la “cronicidad” de la pobreza. Es decir, personas que año tras año no se recuperan y siguen necesitando ser atendidos por Cáritas. En concreto, en la Diócesis de Valencia –incluye Valencia y el norte de Alicante-, el 70% de los necesitados acogidos en 2018, ya lo habían sido durante los últimos tres o cuatro años, mientras el 30% ha acudido por primera vez –siete puntos más que en 2017-.
“En la Comunitat la recuperación es evidente, pero no está llegando a todas las personas por igual”, ha indicado la secretaria general. Tras diez años la crisis, dice, ha “dejado secuelas”. Estas desigualdades son palpables en la diferencia de ingresos entre ricos y pobres. Mientras los primeros han visto aumentados sus ingresos en un 3.6%, los segundos han sufrido una reducción del 11.5% en sus ganancias.
Del informe de Cáritas también se desprende otro dato preocupante: tener un empleo ya no es garantía para salir de la pobreza. Y es que el 13.2% de los trabajadores de Valencia no superan el umbral de la pobreza. Es decir, son trabajadores pobres.
Para ayudar a paliar estas situaciones, día a día trabajan en Valencia más de 6.200 voluntarios, que durante el año pasado atendieron a 20.000 personas y beneficiaron a otras 50.000. Para ello destinaron más de 4.400.000 euros solo en Valencia –la cifra aumenta a 16.000.000 en toda la Comunitat-, de los cuales el 62% fueron destinados a alimentación. Según ha explicado Raga, la mayoría de las personas asistidas son parejas jóvenes con hijos menores, personas solas, mujeres con hijos e inmigrantes en situación irregular. En cifras, el 76% de los atendidos son mujeres, y el 36% menores. Además, por primera vez, el porcentaje de personas extranjeras supera al de españolas, ya que el 53% de los necesitados son inmigrantes.
Los datos totales del conjunto de España tampoco son esperanzadores para los responsables de Cáritas: si se produjera una crisis hoy, seis millones de personas en situación débil pasarían a estar en exclusión social.
