Sancerni asume su responsabilidad por no haber mejorado el alcantarillado de las calles Chicharro e Illes Balears

No es fácil que un político entone el mea culpa y asuma su responsabilidad ante una catástrofe como la vivida en Burriana el pasado martes cuando es fácil ampararse en los 436 litros m² caídos en Burriana entre el 27 y el 29 de septiembre, según los datos registrados por el Sindicato de Riegos. Eso fue lo que hizo el Teniente de Alcalde de los Poblados Marítimos y concejal de Vía Pública, Pedro Sancerni, en el pleno celebrado ayer por la tarde. Pese a que muchos ciudadanos han destacado su labor, en jornadas interminables, ayudando y coordinando labores de rescate, visiblemente conmovido reconoció en el pleno que hace algo más de un año les prometió a los vecinos de las calles Chicharro e Illes Balears que se mejorarían los colectores y se instalaría un sistema de bombeo, ya que estos dos viales se encuentran más hondos que la avenida del Mediterráneo, y es frecuente que, aunque en menor medida, se inunden.

“Me siento profundamente dolido, dijo Sancerni. He hecho lo que he podido y he dado la cara ante los vecinos, pero si hubiese cumplido mi promesa, no hubiera evitado las inundaciones, pero sí las hubiese mitigado, en el caso concreto de estos dos viales. Se me ha roto el corazón hablando con personas, algunas de 80 años, que lo han perdido todo, y me culpo de no haber defendido con más tesón ante mis compañeros de partido la necesidad de abordar en los presupuestos esa inversión”. “Sólo puedo decir que lo he pasado muy mal, pero he aprendido mucho, y por la parte que me corresponde pido perdón a los vecinos que se hayan podido ver perjudicados”.

Pese a la gravedad de los sucesos acaecidos en Burriana, el despliegue de medios ha estado a la altura de una situación de emergencia de tal magnitud, hasta el punto de que de las ciento veinte peticiones de ayuda para evacuar y achicar agua, a primera hora de ayer sólo quedaban por atender siete.

Desde el momento en que paro de llover se emplearon 5 camiones de bomberos, tres con bombas rurales pesadas, dos con bombas nodriza y uno con una bomba urbana pesada. Además, 8 motobombas y dos electrobombas, también de los bomberos, y por lo que a empresas particulares se refiere 5 cubas de Facsa, 1 vehículo y 2 motobombas de Vaersa, 2 cubas de Cespa, 2 retroexcavadoras de Eixerés Montoro, más todas las maquinas de Vía Pública. En cuanto a efectivos, además de todos los medios locales ha habido 14 bomberos y 1 sargento en turnos de 12 horas.

Al finalizar el pleno toda la Corporación agradeció el enorme esfuerzo realizado por Vía Pública, Protección Civil, Policía Local, Guardia Civil, Servicios Sociales, Bomberos, Fobesa, Facsa y un sinfín de empresas y comercios que han colaborado con mantas, alimentos, etc.

Jamás Burriana se había enfrentado a una situación como esta. Permaneció cortada la carretera de Almassora, la de Vila-real y Nules. Quedaron completamente anegados el Marjalet, el camí Santa Pau, Ecce-Homo, camí Les Monges, Llombai, la Ratlla de Nules hasta la Bassa de Sangoneres, Les Tancades, la Coixa y el Marge. En la zona marítima el carrer Les Barques, Illes Balears, Illes Columbretes, Chicharro, Serratella, Pedrera, Escollera de Ponent y avenida de la Mediterrànea, entre muchas otras. También en el casco urbano el Barranquet, el Escorredor, la Bosca o la plaza de la Generalitat.

A partir de ahora se abre un periodo de reflexión para tomar medidas, tal y como exigió ayer el Partido Socialista. El muro del final de la avenida de la Mediterrànea resultó un inconveniente. También el murete que separa este vial del recinto portuario. La zona del barrio dels Mariners, Illes Columbretes y Chicharro están más bajas, por lo que hay que instalar sistemas de bombeo más potentes. Es necesario incrementar las salidas al mar pues se han urbanizado muchos metros residenciales que recogen el agua, que antes iba a huertos y acequias, y ahora a través de los imbornales, para ir a parar a las mismas salidas que había hace treinta años. También se plantea el construir una gran balsa anti lluvias torrenciales que permita almacenar un gran caudal para poder regular la evacuación de agua. No cabe duda que técnicos y políticos se van a tener que poner manos a la obra.