La Fundación Cañada Blanch y el Ayuntamiento entregan los premios a la trayectoria educativa de los alumnos de secundaria

El presidente de la Fundación Cañada Blanch, Juan López-Trigo, junto a la alcaldesa de Burriana, Maria Josep Safont, y el regidor de Cultura, Vicent Granel, han sido los encargados de entregar los premios a la trayectoria educativa a los tres alumnos que el jurado ha elegido por destacar, tanto en sus resultados académicos, como en su capacidad de superación o activismo dentro de la vida cotidiana del centro al que corresponden. En esta ocasión, los premiados han sido Luis Diago Domingo del Colegio Salesianos, Mercè Pérez Martínez del IES Jaume I, y Moncef Matrabi, alumno del IES Llombai. Antes de la entrega de los premis a los jóvenes burrianenses, el también hijo de la ciudad, Guillem Ríos ha ofrecido un exhaustivo y entretenido repaso de la historia de la educación en Burriana, desde finales del siglo XVIII hasta hoy.

Desde que en noviembre del año 1970 se fundara la Fundación Cañada Blanch, el espíritu de promoción de la cultura y de apoyo al conjunto del estundiantado han sido su motivación y objetivos principales. La cesión del patrimonio que el empresario burrianense hizo a la Fundación en 1993 fue la primera semilla para la creación y concesión de toda una serie de premios y ayudas a los estudiantes de Burriana para impulsar y colaborar en sus estudios universitarios. Si en el mes de febrero, el equipo directivo de la Fundación entrega las becas para estudiantes que pretenden mejorar sus capacidades en lengua inglesa, al final de cada curso se entregan en el consistorio los premios a la trayectoria educativa de los alumnos de los diferentes centros de enseñanza secundaria de la ciudad.

Tal y como destacaba la alcaldesa de Burriana, Maria Josep Safont, durante la presentación del acto “es de agradecer que la Fundación Cañada Blanch siga apoyando a los estudiantes de los diferentes centros de Burriana, y sea el impulso de sus estudios universitarios el premio que continúa ofreciéndoles”.

Hay que recordar que cada uno de los tres centros de secundaria es quien propone a los alumnos para que sean premiados, y que el jurado que acaba por seleccionarlos no sólo tiene en cuenta las calificaciones académicas, sino que tiene que fijarse también en la aportación que cada alumno hace a la vida del centro, en sus actitudes solidarias y tolerantes hacia el resto de alumnado y docentes, o el trabajo y el afán de superación mostrado durante los cursos que haya superado en el mismo centro.