Óscar Calleja: “No tengo ningún ultimátum de la directiva”

Cuando hemos llegado a la décimo primera jornada de Liga el C.D. Burriana se encuentra en una situación muy delicada en la tabla de clasificación. Su entrenador Óscar Calleja se siente respaldado por la junta directiva a pesar de la mala clasificación, “todos los lunes asisto a la reunión de la junta directiva y no tengo ningún ultimátum, esto es un proyecto, cuando me hice cargo del Burriana el equipo era un solar, una ruina, ahora se trata de hacer un equipo, una base, independientemente de resultados y de la categoría en la que estemos”.

Lo que no se puede negar es que la clasificación en estos momentos es muy peligrosa, a punto de entrar en zona de descenso, pero según Óscar Calleja “los resultados y la clasificación no reflejan el rendimiento del equipo en este primer tercio de la liga y no tardaremos en salir de esa mala situación. Hemos jugado contra equipos punteros y no han sido mejor que nosotros, incluso hemos merecido ganarles, está claro que tenemos gente joven y estamos pagando la inexperiencia pero es la apuesta que hemos hecho y esto es sembrar para recoger”.

En referencia a lo que le falta al equipo el técnico burrianense cree que lo único que falta “es gol, se juega bien, se crean muchas ocasiones pero nos falta finalizar”.

Si falta gol se supone que le habrá pedido a la directiva algún refuerzo para la zona atacante, “está claro que falta gol y la junta directiva también lo sabe y se están moviendo en busca de algún refuerzo pero no es fácil porque a estas alturas tenemos que acertar para fichar, no nos podemos equivocar y fichar por fichar puesto que si alguien te garantiza goles es raro que esté suelto por estas fechas. De momento tenemos alternativas como Pablo Ribes, Pablo Picó, Joni cuando esté recuperado. La directiva ha hablado con Darío (Castellón) pero éste prefiere dedicarse de lleno a los estudios”.

Por último hemos querido saber si le preocupan al entrenador del Burriana las críticas sobre su forma de entrenar y el trato que dispensa a los jugadores jóvenes, “no me preocupa, esa gente no me conoce, cada uno tiene una forma de entrenar, es muy difícil que guste a todos, cada aficionado tiene sus preferencias, su alineación, es muy difícil contentar a todos. Por otra parte yo no puedo decir desde el banquillo con voz pausada y calmada “cuando puedas por favor baja el balón”, sino que tengo que darle el mensaje rápido y con energía para que el jugador lo asimile y eso va con la personalidad de cada entrenador, mi intención no es insultar ni ofender a nadie y se busca el bien del equipo”.