El windsurf a máxima velocidad: 40 kilómetros en una hora a más de 37 nudos
Pablo Ania finalizó en la posición 43 entre 805 participantes en la Defi Wind
El windsurf a máxima velocidad: 40 kilómetros en una hora a más de 37 nudos. Pablo Ania, del CW Burriana finalizó en la posición 43 entre 805 participantes en la Defi Wind, en Gruissan. Se disputaron cinco mangas multitudinarias con vientos de 40 nudos. El primer objetivo: no retirarse. Y después: ¡a por todas!
Del 9 al 12 de mayo se celebró en Gruissan (Francia) la Defi Wind, mítica prueba de windsurf de larga distancia, caracterizada por sus recorridos de hasta 40 km, por el fuerte viento de tramontana con que se desarrolla y por la cantidad de participantes que asiste, 805 este año, representando a 21 países, algunos tan lejanos como Japón.
Por segundo año consecutivo se desplazaron los regatistas del Club Windsurfing Burriana, Pablo Ania y Alejandro Rosello (el pasado año no llegó a celebrarse la competición por no entrar la tramontana).
El primer día de pruebas, jueves 9 de mayo, recibió a los competidores una calma absoluta que sirvió para reconocer el lugar y preparar el material para lo que se avecinaba los días siguientes, dado que esa misma noche hizo acto de presencia la deseada tramontana y la previsión era que durara varios días.
El viernes, a las 11:00 de la mañana, se lanzaba la primera manga con un recorrido de 40 km, consistente en dos trayectos de 10 km de ida a una boya y dos de vuelta. La salida se hace entre una baliza y un velero enorme con salida tipo liebre con una potente zodiac cruzando de sotavento a barlovento la línea. La intensidad del viento variaba de los 25 nudos en la salida a los 40 nudos en la boya de desmarque, lo que predecía una prueba dura y física.
Pablo Ania tomó la salida con el material más pequeño que tenía, pero pronto se vio sorprendido por las rachas de viento de final del tramo, a la altura de Port La Nouvelle, donde se llegaron a medir cerca de 50 nudos que convirtió la manga en un calvario por la frecuentes “voladas” con sus consiguientes caídas. No obstante, Pablo Ania aún consiguió terminar en la 67 posición de los 450 que acabaron. El tiempo empleado fue de 60 minutos y la velocidad máxima alcanzada de 37.1 nudos.
Sin apenas descanso se lanzó otra manga, esta vez de “solo” 20 km, ida y vuelta, con las mismas duras condiciones de la anterior, el puesto conseguido fue el 64. Por su parte, Alejandro Rosello ante la falta de material adecuado optó por retirarse en la primera manga y ya no competir más.
El sábado, de nuevo, se celebraron dos mangas, ambas de 40 km cada una. Pablo Ania finalizó en los puestos 36 y 56, gracias al préstamo de una vela más pequeña por parte de otro participante.
Finalmente, el domingo se hizo una sola prueba de 30 km, para la cual Pablo Ania ya dispuso de una tabla más pequeña, también cedida por un participante lesionado (buena camaradería en esta prueba) y con éste material más adecuado a las condiciones consiguió su mejor resultado, un 23, que pudo haber sido mejor, ya que en la salida fue arrollado por la zodiac que ejercía de liebre y desvió su trayectoria evitando a otro competidor. Aun así le sirvió para alcanzar la posición 43 en la general absoluta, de entre los 805 participantes.
A destacar el alto nivel de los windsurfistas franceses, en este tipo de prueba, debido a lo acostumbrados que están a estas condiciones y al material tan específico que tienen. Tanto Pablo como Alejandro se vieron sorprendidos por las duras condiciones, sin tener un material adecuado aun así califican la experiencia de muy satisfactoria y ya han empezado a programar la del año que viene, esperando contar con los actuales patrocinadores (Makro, Infisport, Virgilio Gym, North, Fanatic, Aeron).
