Maraya, la leyenda del bou al carrer de Burriana que encandiló con su estilo arriesgado

El mundo taurino de la Comunitat Valenciana está de luto tras la muerte de Juan Vicente Montón Aguilella 'Maraya', el mítico rodador y embolador de toros de Burriana que asombró a la afición durante décadas con su estilo ágil y arriesgado.

Maraya, que no ha podido superar la enfermedad pulmonar que sufría, nació en la Burriana de 1950 donde en su juventud dio los primeros pasos en el mundo del toreo como novillero. Sin embargo, descubrió que su pasión ligaba más con la tradición del bou al carrer, por lo que empezó a pisar fuerte como rodaor en los distintos festejos taurinos de la provincia entre los años 70 y 80.

Su estilo, arriesgado y novedoso, comenzó a llamar la atención entre los aficionados al toro, que seguían las andaduras de Maraya y su cuadrilla de rodadores, que pronto empezaron a ser  muy conocidos en todos los municipios de la Comunitat Valenciana, e incluso en zonas más alejadas, como Zaragoza o Madrid.

"Juan Vicente Montón y su cuadrilla se convirtieron en unos referentes del mundo taurino",asegura José Torralba, presidente de la Federación Taurina de Burriana, que explica que "llamaba la atención lo que arriesgaba Maraya, esperando la salida del toro a un metro del cajón, para sorprenderlo, con una táctica que pocos utilizaban en aquella época y prácticamente nadie en la actualidad, ya que se suele esperar al toro desde más atrás".

Muy arriesgado

Maraya dejaba que el toro se acercase, le daba salida, jugaban frente a frente. Por ello, Vicente Nogueroles, presidente de la Federación de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana, destaca que Maraya  ha sido "un punto y a parte en el mundo dels bous y uno de los rodaors que ha escrito una importante página de la historia taurina valenciana".

De esta etapa muchos aún recuerdan la finta con la que se deshizo en Nules de un astado de la ganaderia de Celestino Cuadri, famosos por el peligro que representan. Maraya, ya con 43 años, y con bastante más edad que la mayoría de rodadores, consiguió quitarse de encima a un toro que literalmente se le echaba encima a gran velocidad. 

Como  se  puede ver en este vídeo que registró el momento, en una acción tan arriesgada como inusual, logró despistar al astado con una parada mítica, enganchándose  en un poste del cadafal.

Maraya en el momento en que iba a embolar un toro

Dura cogida en Onda

No corrió tanta suerte dos años más tarde, en 1995, cuando sufrió una dura cogida en Onda por parte de un toro de Machancoses, que lo dejó con varios  huesos fracturados. Sin  embargo, a la trayectoria de Maraya aún le quedaban muchos años de emoción por recorrer.

Y es que a partir de  esta cogida dejó de rodar y quebrar bous para dedicarse a su otra pasión: el embolado. De esta etapa de los  años 90, tan exitosa como la anterior, destaca su eficaz corte, correctísimo y quirúrgico. "En el instante en que se iluminaba el fuego cortaba y no fallaba nunca", asegura Torralba. Es por ello que Maraya es más conocido entre las nuevas generaciones de aficionados por esta última etapa como embolador, contemporánea a los más jóvenes.

Otro momento mítico que recuerdan muchos aficionados, a solo un año vista de su retiro, fue cuando, en las fiestas de la Misericòrdia de Burriana de 2009, Maraya cayó a tierra perseguido por un toro que, cuando estaba ya a punto de engancharlo, fue apartado por su propio hijo, Juanvi, que con un rápido quite tirándose a tierra evitó que acertara sobre su padre. De hecho, su hijo Juanvi también ha seguido sus pasos y afición, empezando como novillero y siguiendo en su carrera como banderillero.

Finalmente, Maraya se retiró en el año 2010, aunque siguió muy vinculado al mundo del bou. Burriana se despedirá del mito mañana martes 4 de enero a las 16:00 horas, en el funeral que tendrá lugar en la basílica de El Salvador, donde los viejos y nuevos aficionados podrán despedirse de este icono que ya forma parte de la historia taurina valenciana en letras de oro.

Desde elperiodic.com nos unimos al dolor de su familia, amigos y del mundo del toro. Descanse en paz.