Finalizan con éxito la Ruta de la Plata en bicicleta

El viaje lo queríamos hacer en un principio en 11 días, pero lo pudimos hacer en 10, ya que tuvimos la gran suerte de que no nos llovió ningún día, ni tampoco tuvimos mucho viento en contra.

En la parte de Sevilla, Huelva y gran parte de Extremadura pasamos muchísimo calor, que combatimos gracias a que una de las cuatro alforjas que transportábamos estaba llena de termos de agua congelada y así se mantenía fresca.

En Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), estábamos comiendo en una terracita de un bar y se nos sentó al lado José Ortega Cano y sus dos hijos. Nos hicimos fotos con él y nos comentó: “¡Como les envidio, ojalá pudiese hacer yo el camino!”. Se asombró mucho cuando le dijimos que nos íbamos a Santiago con bicicleta, dándonos ánimos. Luego, pasando por delante de "la Dehesa de la Yerbabuena" coincidimos otra vez con él. Nosotros paramos para hacernos fotos en la entrada de su finca y entonces en ese mismo momento él salía con su coche, y de nuevo nos saludó haciendo sonar el claxon.

Una vez entramos en las provincias de Salamanca y Zamora, las temperaturas ya no eran tan altas. Aquí el inconveniente eran ya las montañas, pero lo más difícil fue el linde de Zamora con la provincia de Orense, sobre todo los picos de Padornelo (Zamora) y el A Canda (Orense). Pasamos mucho frío, sobre todo en las bajadas. Se nos olvidaron los guantes y en su lugar llevábamos en las manos calcetines. Era tanto el frío que hacía, que a pesar de llevar puesta toda la ropa que teníamos nos pusimos cada uno debajo el mallot una toalla de baño.

En la provincia de Pontevedra y La Coruña el relieve, aunque también montañoso, ya no fue tan acentuado, aunque las temperaturas continuaban bajas: 10º-13º.

Una vez en las puertas de Santiago de Compostela es muy emotivo cuando ya se divisan las agujas de la Catedral y qué decir cuando se entra en la mismísima Plaza de la Catedral, y la ves tan grande, tan impresionante y tan bonita.

Como llevábamos los mallots de "Burriana la teua mar", nos saludó mucha gente, entre otros de Picassent, Valencia, Mislata, Castellón, Moncófar, Vila-real y gente de otras comunidades autónomas que conocían nuestra ciudad, diciéndonos: ¡Eh, Burriana!

Ha sido un viaje estupendo, donde hemos conocido a un matrimonio de Salamanca muy agradable y a un par de peregrinos portugueses con los que hemos hecho mucha amistad.

Ahora a esperar al próximo año en el que queremos hacer "El camino del Norte" de 959 Km., que pasa por: San Sebastián, Bilbao, Santander y como meta de nuevo Santiago de Compostela.