Los almacenes cuelgan el cartel de: "no hace falta más personal"

Las principales empresas citrícolas y agroalimentarias de Burriana como Bagu, S.A., García Ballester, S.L., Hermanos Sanahuja, S.L. o La Joya Export, S.A. han colgado el cartel de “no se necesita personal” ante la avalancha de gente pidiendo trabajo para la campaña naranjera. La afluencia registrada este año no se recordaba desde hacía mucho tiempo, incluso es posible que no tenga precedentes, puesto que en algunos casos ha habido 180 peticiones en dos semanas; y es que el incremento del paro en el sector de la construcción, varios expedientes de regulación de empleo que han afectado a población activa de Burriana y un futuro económico incierto, ha favorecido que mucha gente haya intentando buscar refugio, aunque sólo sea por unos meses, cogiendo naranja o en los almacenes e industrias de transformación.

Pero si preocupante resulta el número de personas que solicitan trabajo, más lo es comprobar que hay muchos casos que no concuerdan con la tipología habitual, dado que también lo están haciendo personas profesionalmente cualificadas, entre 35 y 45 años, de la localidad, que han perdido su empleo recientemente debido a reajustes en empresas de la construcción, incluso del sector cerámico, que todo y disponiendo de dos años de paro quieren aprovechar el incremento de trabajo durante la campaña naranjera para alargar al máximo su cobertura por desempleo temiendo que van a tener dificultades para encontrar otro trabajo estable.

El panorama económico y laboral de Burriana, pese a no ser una ciudad industrializada, que depende casi por completo de ciudades vecinas, se presenta muy oscuro. La semana pasada el juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón declaraba el proceso concursal ordinario, antigua suspensión de pagos, de J.I. Llopis Grup Burriana S.L., In Proclive Esse S.L. y Exclusives de Fusta y Portes S.L, todas ellas con el mismo domicilio social en la ciudad. Ahora ha sido la papelera Kartogroup España, S.L. sita en el Camí Xamusa, s/n en la que trabajan 180 personas, casi todas de Burriana.

Varios expedientes de regulación de empleo de empresas de la construcción que operan en Burriana también han pillado de lleno a muchas familias de la localidad. En algunos casos han tenido la escasa fortuna de sufrir en una misma familia dos regulaciones. Se calcula que el sector de la construcción se ha parado en un 75%, lo cual se corresponde con las escasas licencias de obras otorgadas por el Ayuntamiento en lo que llevamos de año. De las cerca de 60 inmobiliarias nuevas que abrieron entre 1998 y 2006, más de la mitad han cerrado y el resto aguantan como pueden pese a que hace meses que no realizan operaciones. Muchas de ellas, curiosamente, han sido reemplazadas por clínicas dentales.

El desempleo, que ya apenas se percibía, a excepción del paro estacional agrícola, vuelve a estar presente entre familias y amistades. Por eso la gran mayoría tiene puesta la mirada en el sector cerámico del que dependen buena parte de los hogares burrianenses.

No son pocos los que echan de menos la agricultura, que sirvió en muchas situaciones de crisis como tabla de salvación para superar malas rachas. Sin embargo, en esta ocasión, la gran mayoría de huertos están abandonados, y los que quedan son escasamente rentables.