El alcalde, José Ramón Calpe, anuncia que la liquidación del presupuesto de 2009 será deficitaria por los saldos de dudoso cobro

Después de muchos años, la liquidación del presupuesto de 2009 del Ayuntamiento de Burriana será negativa, tal y como ha anticipado el alcalde de Burriana. Y todo debido al incremento de la provisión por saldos de dudoso cobro – dinero de difícil o imposible cobro – según establece el informe de Intervención.

Esto obligará en su momento a que el pleno adopte o una disminución por igual importe en el presupuesto de este año; alternativamente, un aumento de los ingresos en el mismo presupuesto; o aprobar el presupuesto de 2011 con un superávit inicial por el mismo importe del resultado negativo. Aunque el alcalde no quiso desvelar el saldo negativo con el que podría cerrarse el presupuesto del año pasado, la cifra podría rondar los 600.000 euros.

La liquidación, que es el documento que nos dice cómo ha quedado la situación monetaria después de cerrar el presupuesto del año anterior, debía haberse aprobado antes del 31 de marzo. Sin embargo, tal circunstancia todavía no se ha producido.

Al respecto, el alcalde, José Ramón Calpe, ha declarado en rueda de prensa que “la liquidación del presupuesto va a ser inmediata. Tenemos a la Interventora de baja desde el día 22 marzo y la liquidación del presupuesto debía de haberse efectuado legalmente antes del 31 marzo. No obstante, teníamos algunas dudas, sobre todo en lo que ella consideraba como saldos de dudoso cobro. A mí me parece muy exagerada la cantidad, porque en ese caso, incluso deberíamos replantearnos la capacidad de recaudar que tiene el propio Ayuntamiento. Pero bueno, como ella hasta el momento no se ha incorporado, y parece que tampoco lo hará en breve, le hemos dado órdenes a la técnico de Intervención para que, sobre los datos que ella dejó, preparen la liquidación, y creo que la aprobare como alcalde la semana que viene, porque así lo establece la competencia administrativa”.

Calpe ha anunciado que “todo indica que esa liquidación será deficitaria. No voy a anticipar la cantidad, pero saldrá con déficit, y por lo tanto tendremos que tomar medidas conforme a lo que marca la ley. Básicamente tenemos dos salidas: recortar el presupuesto actual, de manera que ese déficit se compense, o plantear en el ejercicio que viene un presupuesto con superávit. A mi la segunda opción, aunque la discutiremos en el equipo de Gobierno, me gusta menos, sobre todo porque pienso que el ejercicio que viene va a ser también muy complicado, incluso más que este. Yo no veo posibilidades de que los ingresos municipales aumenten sustancialmente por licencias de obras o plusvalías, y he de recordar que estamos recaudando aproximadamente 3 millones de euros menos de los que recaudábamos hace tres o cuatro años por esos conceptos; ni veo posibilidad de que aumente la participación de tributos del Estado y más aún cuando ésta viene de la liquidación de ejercicios anteriores, y estamos en los años en los que más ha caído la recaudación, como es conocido. En este sentido, no sólo no vamos a percibir más, sino que tendremos que devolver por haber recibido a cuenta más de lo que después ha resultado. En ese escenario, plantear un superávit para el ejercicio que viene pasaría por un importante incremento del IBI, y eso tampoco me gusta. La gente ya va a padecer un incremento del IVA a partir del uno de julio, y vamos a procurar no tocar ese aspecto. Habrá que buscar más recortes en el presupuesto actual para lograr el equilibrio, y de cara al futuro también habrá que plantear ciertas cosas en materia fiscal”.

“Tendremos que tener un debate serio, ha reflexionado el alcalde, sobre las tasas de los servicios públicos. El Ayuntamiento presta servicios que los financia casi en su totalidad, y en cambio los utiliza muy poca gente. Lo cual quiere decir que todos los ciudadanos de Burriana que no los utilizan están realizando un esfuerzo para que unos pocos disfruten de eso. Es cierto que el Ayuntamiento ha de subvencionarlos, porque si no estaríamos reproduciendo un escenario en el que mucha gente no podría acceder a esos servicios; pero habrá que buscar fórmulas de ayudar a quien de verdad lo necesite y otras en las que la subvención del Ayuntamiento exista pero no sea tan exagerada. Esos planteamientos tenemos que hacerlos seriamente, aunque pueden dar lugar a mucha demagogia. Pueden decir que una persona de Burriana que va la piscina, al Centre Municipal de Cultura, y a otros sitios, al final le costará tanto; pero también es cierto que a los miles y miles de burrianenses que no van a ninguno de esos lugares les cuesta mucho dinero que esos vayan allí, y yo creo que todo eso hay que reequilibrarlo”.