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La Fundación Blasco de Alagón inicia la restauración del Cristo del Asilo de Benicarló

La Fundación Blasco de Alagón inicia la restauración del Cristo del Asilo de Benicarló
  • La pieza participa en la Semana Santa de la localidad con la Hermandad de la Buena Muerte y del Santo Entierro

La Fundación Blasco de Alagón ha iniciado los trabajos de restauración de Cristo del Asilo de Benicarló, una pieza habitual en las celebraciones de Semana Santa de la localidad del Baix Maestrat. El Cristo del Asilo es una talla realizada en madera por un autor desconocido que había sido objeto de varias actuaciones previas.

La pieza tiene unas dimensiones de 160 cm de alto y 139 cm de ancho y hace unos meses fue sometida a un estudio previo, por lo que tuvo que ser trasladada al Hospital de Vinaròs para realizar una radiografía que permitiera conocer en qué estado se encuentra. En estos momentos, el Cristo se encuentra en el taller de la Fundación Blasco de Alagón, donde el equipo de restauración dirigido por Ana Cañizares junto a Paula Gisbert y Verónica Badenas realizará diferentes intervenciones con el objeto de eliminar todos los desperfectos que presenta la obra.

La obra se encuentra en mal estado, con importantes grietas en las juntas de los hombros. Además, el Cristo ha sido repintado en algún momento con una capa de pintura acrílica. Está previsto llevar a cabo una eliminación de las actuaciones previas sobre la obra, además de realizar una limpieza en profundidad de la figura. Posteriormente se consolidarán las juntas y estucarán las partes faltantes, antes de realizar la reintegración cromática y la protección final de la pieza.

Este Cristo participa desde hace varias décadas en las celebraciones de Semana Santa, aunque se desconoce por completo su origen, su fecha y su autor. Los encargados de su custodia son los integrantes de la Hermandad de la Buena Muerte y del Santo Entierro de Benicarló y la obra está habitualmente en la parroquia de Sant Bartomeu de la localidad.

El Cristo del Asilo sale cada año del templo en la madrugada del Viernes Santo, con motivo del Vía Crucis del alba. La pieza se guardó durante décadas en el antiguo Asilo de Ancianos de la localidad, donde en estos momentos se encuentra el casal municipal.

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