El Belenismo, cultura y tradición en la Comunitat Valenciana

Es un clásico en los hogares españoles cada vez que se acercan las navidades. El momento de ponerlo cambia según cada familia, pero lo que permanece a lo largo del paso de los años es la tradición de instalar el Belén en los salones de las casas. Un pequeño gesto que se prolonga en el tiempo y consolida como un imprescindible de la Navidad.

Los hay de todas las dimensiones, formas y materiales. Desde los más modernos que pueden estar representados por figuras de Playmobil a los más clásicos en los que las figuras de barro prevalecen por encima de cualquier otra opción. En la ciudad de Valencia estas navidades son muchos los rincones que cuentan con su propio Belén, siendo de especial relevancia aquellos en los que la Asociación de Belenistas de Valencia ha contribuido y puesto todo su empeño.

En el Ayuntamiento, la Generalitat, Nuevo Centro, en el Centro de Artesanía de la Generalitat, en el Cuartel Militar del Paseo de la Alameda y también en la Parroquia de San Vicente Ferrer del Puerto o en la Iglesia San Francisco de Borja, podremos encontrar algunos de los Belenes elaborados por la Asociación este año. Todos ellos abiertos al público durante las fiestas.

Cada uno tiene algo especial que lo hace único pero, como no podía ser de otra forma, en ninguno falta el nacimiento. Y es que, tal y como cuenta a elperiodic.com Gonzalo Mateu – presidente de la Asociación de Belenistas de Valencia – en la zona del Levante hay tres escenas que son imprescindibles: “Tenemos la costumbre de poner las tres escenas principales: los reyes, el nacimiento y la anunciación a los pastores”.

Pese al aguante de la tradición en la sociedad actual donde las nuevas modas y costumbres florecen por momentos, hay cosas que sí que han cambiado sobre todo en lo referente a la manera de crear las pequeñas obras. “Se ha cambiado, y nosotros hemos cambiado” nos cuenta Gonzalo, quien además pone en valor el oficio que se realiza en la ciudad:  “Desde Valencia hemos sido innovadores gracias a que somos una ciudad de artistas y de grandes monumentos como son las Fallas,  de ahí nos hemos acogido mucho a la espuma de plurimetano que ha sido una ventaja para nosotros porque es montar belenes sin peso”.

“Valencia está a la delantera en el mundo del Belén y siempre estamos activos difundiendo lo qué es el Belén los 365 días del año” explica el presidente de la Asociación, al tiempo que destaca la labor que se realiza para instalar las diferentes escenas que varían anualmente: “Todos los años cambian, no vamos a poner el mismo cuando tienen más de 70.000 visitas al año. Tenemos que hacerles un Belén digno”.

La Asociación de Belenistas de Valencia

Los inicios de la Asociación de Belenistas de Valencia se remontan a la Navidad de 1.952, cuando casualmente se encontraron Enrique Chornet y José Carrión visitando el belén que Vicente Cots realizaba habitualmente en la Iglesia de la Compañía de Jesús de Valencia, detrás de La Lonja, intercambiando invitaciones para visitar los belenes que cada uno de ellos realizaban en sus casas, dando comienzo lo que unos años más tarde se convertiría en la primera Asociación de Belenistas de Valencia.

Hacia finales de los años sesenta decaen sus actividades, motivado por las nuevas modas decorativas importadas, que hacen que el árbol, las guirnaldas y bolas de colores desplacen al tradicional belén, llegando a su disolución. No fue hasta los años 80 cuando volvieron a retomar su actividad, la cual se ha prolongado hasta nuestros días.

A día de hoy está compuesta por  un total de 70 socios, de los cuales alrededor de una veintena trabajan dos días a la semana en la elaboración de los Belenes que adornan la navidad de Valencia.

Desde la Asociación, tal y como cuenta su presidente a elperiodic.com, están trabajando para que la cultura y tradición que engloban a este oficio sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Algo que supondría un gran reconocimiento para todo el gremio. Además, agradecen a las administraciones el impulso que están dando en los últimos años y les animan a seguir haciéndolo: “Ya está bien de coger las tradiciones de otros países, cuidemos las nuestras porque sino las vamos a perder”.