Beatriz Giménez de Ory señala que la poesía cultiva la sensibilidad artística, la creatividad y la integración grupal
La autora de literatura infantil ha reivindicado que, en la escuela, hay que leer más: en voz alta, en voz baja y recitando poemas
La escritora Beatriz Giménez de Ory, que ha participado en el Encuentro de Escritores de la Biblioteca Valenciana, ha realzado el enorme valor de la poesía en la población infantil, porque “cultiva la sensibilidad artística, la creatividad y la integración grupal”.
Ha precisado que “la poesía en los niños resulta divertida, porque se convierte en un aprendizaje no solo intelectual, sino corporal y sensorial, dado que el niño o la niña puede bailarla, cantarla, percutirla. Además, rompe las reglas (lingüísticas y lógicas) y favorece el juego en grupo”.
Giménez de Ory es una reconocida autora de literatura infantil, principalmente en verso, que ha logrado el III Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños (2011), por ‘Los versos del libro tonto’, y el IX Premio Luna de Aire que concede el CEPLI (Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil), en 2012, por ‘Canciones de Garciniño’. En 2014 logró el Premio Fundación Cuatrogatos, por ‘Bululú’, un galardón que volvió a conseguir en 2017 por su obra infantil ‘Para ser pirata’. En 2021 ha ganado el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por "Un hilo me liga a vos".
“Escribir literatura infantil y juvenil exige una depuración estilística, una reducción a lo esencial, y escribir poesía infantil acentúa los rasgos de depuración y de búsqueda de lo esencial y permite jugar con el ritmo y con el mismo lenguaje, desautomatizándolo y sorprendiendo”, ha explicado.
Giménez de Ory define la poesía como “la expresión de un sentimiento y requiere en el lector un esfuerzo por entender la intimidad de otro”, a diferencia de la novela, que se “refiere a acciones y normalmente crea un universo externo al autor”.
Es profesora de Lengua y Literatura en un instituto de Enseñanza Secundaria y coautora del proyecto educativo ‘Un día en la ópera’, ganador del Premio de Innovación Pedagógica de la Comunidad Autónoma de Madrid en 2006. Desde esa posición, reivindica un cambio en los planes de estudios para que “se despojen de contenidos absurdos, prematuramente impartidos, como el estudio morfológico y sintáctico en Primaria, y que se lea: en voz alta, en voz baja, recitando poemas…”.
En su intervención, ha indicado que cada vez se introduce más la poesía infantil en las aulas por el empeño de los profesores, pero ha puntualizado que a la literatura infantil, en general, le haría falta un mayor reconocimiento en los medios generalistas, a través de la publicación de novedades y de reseñas de crítica especializada. Quizás por eso valora que los premios literarios amplifican la repercusión y “dan a conocer unos textos que, de otro modo, no llegarían a tantos lectores”.
