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El Ayuntamiento de Alzira recibe la donación de un cuadro del alzireño Agustín Ferrer

El Ayuntamiento de Alzira recibe la donación de un cuadro del alzireño Agustín Ferrer
    El Ayuntamiento de Alzira recibe la donación de una obra del pintor alzireño Agustín Ferrer, gracias a Enrique Ferrer y Constanza Seva. La obra donada no está titulada pero, según del díptico del catálogo de la exposición del 74, se relaciona una obra como la “Montaña de San Salvador. Alcira”, por lo que se puede considerar que el título que le corresponde sea éste. Además, esta obra fue la elegida para ilustrar el díptico informativo de la exposición.

    Se trata de un paisaje, cuyo referente es la montañeta de San Salvador. En primer plano, el artista ha representado una higuera de pala, que ocupa gran parte del cuadro y tras ella, en la parte izquierda, se aprecian las “piletas” del Viacrucis. Al fondo, tras la característica pinada de este monte, se alza el Real Santuario de la Virgen del Lluch. Este cuadro adquiere interés especial por ser un paisaje representativo de Alzira.

    El cuadro, que se conserva en buen estado, ha quedado depositado en las dependencias del MUMA. Es la primera obra del pintor local que forma parte de la colección municipal, que ampliará además la pinacoteca y la temática local.

    El concejal de Cultura y Patrimonio, Carlos Correal ha mostrado su satisfacción por esta donación. “Estamos convencidos que a partir de este momento, a través de incorporar a la colección del Museo el cuadro de Agustín Ferrer Gordó, un pintor local, desconocido para muchos, sea reconocida y apreciada. En breve se expondrán las obras que recientemente se han donado al Museo y eso contribuirá sin duda, a lograr una mayor difusión de los artistas locales, muchos de ellos ya desaparecidos por desgracia”.

    Nacido en Alzira en 1912, Agustín Ferrer hizo de la pintura su gran afición, aunque se dedicó profesionalmente a la forja artística y cerrajería. Este oficio lo aprendió de su padrastro y desde muy joven empezó a trabajar con él para ayudar económicamente a su familia. Al mismo tiempo, recibía clases de dibujo en la Academia de Dibujo de les Escoles Pies.

    Tras los años de academia, comenzó a pintar en óleo y acuarela en el estudio del pintor Palau y será en esta época cuando su obra empiece a sonar en el mundo pictórico de la ciudad de Alzira, realizando su primera exposición en el “Circulo Alcireño”.

    Debido al gran eco que tuvo la exposición de sus primeras obras, decidió dedicarse plenamente a ello, hasta que, a la edad de 21 años, lo llamaron para realizar el servicio militar y más tarde al frente, durante la Guerra Civil. Desde 1933 a 1939, se dedicó a pintar paisajes y vistas por todos los pueblos y ciudades donde iba aunque fueron requisados parte de ellos cuando regresó a casa tras la guerra.

    Durante la postguerra se casó, fue padre y volvió a dedicarse a la cerrajería artística. Su excelente mano para el dibujo logró que pudiera plasmar en papel los encargos que sus clientes le pedían, y así realizó obras en forja como las puertas de la ermita de la Virgen del Lluch o las de la Gallera. Mientras tanto, continuaba con su afición preferida, la pintura, realizando obras de temática alcireña: la Murta, la Casella, la Montañeta de San Salvador.

    En Julio de 1974, a la edad de 62 años, realizó durante las fiestas patronales de San Bernat, una exposición de su obra en el “Círculo Alcireño”, de la que también tuvo su repercusión tanto en prensa como en radio.

    Los últimos años de su vida los pasó pintando, haciendo fotografías, bocetos y apuntes para nuevas obras y disfrutando de su familia en su casa de campo de Les Valletes. Falleció en 1982, a los 69 años de edad.

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