El PP reclama 1,5 millones para la pantalla verde que PSPV y Compromís han ‘enterrado’
La decisión de los 'dos ayuntamientos' de Almassora de enterrar el proyecto de pantalla verde que el PP lanzó durante su mandato ha provocado que por cuarto año consecutivo se eleve a Les Corts una enmienda que exige inversión. “Desde hace más de tres años, las dos alcaldesas de Almassora se han dedicado a ignorar a los vecinos de la playa. Anunciaron inversión y en tres años han sido incapaces de mover un dedo. Este año, por cuarto consecutivo, exigimos al Consell que dote con 1,5 millones de euros la construcción de una pantalla verde frente al polígono el Serrallo”.
El diputado autonómico del PPCV, Vicente Casanova, ha sido el encargado de formular una enmienda con la que “deseamos que el Consell se implique en la defensa de los intereses de nuestros vecinos. Que cese el abandono y castigo al que PSPV y Compromís han sometido a la ciudadanía”. “En más de tres años han sido incapaces de avanzar en un proyecto que nosotros les dejamos avanzado: con documentación y planimetría; con un estudio pormenorizado que detalla la compra de suelo necesaria para la ejecución de la obra; con un dossier de parcelas que deben ser adquiridas para construir este espacio verde. En más de tres años no han hecho nada”.
Más de tres años y medio después, “lo evidente es que Almassora está sometida a un bloqueo que las dos alcaldesas, Merche Galí (PSPV) y Susanna Nicolau (Compromís) han ejercido de forma disciplinada. Porque ni en Almassora se ha trabajado por este proyecto, dando una patada a las demandas de los residentes, ni en el Consell han dedicado un euro porque Almassora no tiene ningún peso ni para Puig ni para Oltra”, ha manifestado Casanova.
El resultado es que Almassora “está paralizada”. “La pantalla verde no solo no existe, la han enterrado. Y nuestro objetivo es precisamente sacar a nuestro pueblo de este estancamiento”. La enmienda que el PP presenta “deseamos que sea apoyada por quienes ocupan los despachos del ayuntamiento. Aunque visto el caso que les han hecho a los vecinos del grupo Fátima con el derribo del edificio 167, no nos extrañaría que, una vez más, barrieran para sus siglas antes que para los intereses de los vecinos a los que les prometieron que iban defender”.
