El PP propone en Almassora un pacto que frene la okupación ilegal de viviendas
El portavoz adjunto del PP, Vicente Blay Casino, lamenta que pese a que el PSOE asegura que el problema no existe, “hay vecinos que sufren esta injusticia”
El Partido Popular de Almassora defenderá en el próximo pleno las soluciones que permitan “acabar con la okupación ilegal de viviendas”. Un problema “que sufre quien es propietario y también afecta a la pacífica convivencia de los vecinos”. Una lacra que, tal y como ha señalado el portavoz adjunto del PP en Almassora, Vicente Blay Casino, “tiene solución”.
Desde el Partido Popular reivindican las cuatro acciones que Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, plantea como alternativa. “Es urgente que el Gobierno del PSOE reconozca la existencia de un problema para buscar la solución. Y para ello es necesario un gran pacto que apueste por el diálogo para garantizar la respuesta que las víctimas de esta injusticia sufren en el más absoluto de los desamparos y la más cruda indignación”.
En el PP, “sabemos que hay alternativas. Y por ello, en nuestra iniciativa al pleno, planteamos la búsqueda de estas soluciones a través de una reforma legislativa que permita el desalojo de los okupas en un plazo máximo de 24 horas”. “Si quien decide adueñarse de un inmueble no puede demostrar la titularidad del mismo, debe salir de forma inmediata de la vivienda en lugar de permanecer, como ocurre en la actualidad, adueñándose de un bien que a las familias propietarias les ha costado años de esfuerzos y ahorros para adquirirlo”.
El nuevo marco legal también debe “luchar por recuperar la figura del delito de usurpación de bienes inmuebles que garantice a la víctima la persecución del delincuente y la pena sobrevenida por el delito cometido”. Asimismo, “también consideramos que sería de gran utilidad impedir a los okupas la opción que en la actualidad se da de empadronarse en el inmueble en el que han decidido establecerse de forma ilegal”. Y, por último, “planteamos endurecer las penas de okupación si se trata de mafias”. “Lo que no es de recibo es que en la actualidad el verdugo sea una víctima para el sistema y sus derechos prevalezcan sobre el propietario, que en definitiva es el verdadero damnificado de un sistema que no funciona”.
