Las ONG de Almassora ofrecen su ayuda a los inmigrantes del Aquarius
Las asociaciones y entidades benéficas integradas en la Plataforma de ONG de Almassora han ofrecido su colaboración en el caso de que el municipio acoja finalmente a inmigrantes de la embarcación Aquarius. La respuesta “ha sido unánime y de predisposición absoluta”, han confirmado la edil de Servicios Sociales, Diana Belliure, quien ha agradecido la asistencia de las formaciones a la convocatoria del consistorio.
Paralelamente a esta organización de los recursos de las diferentes ONG, el consistorio valora el acondicionamiento del albergue municipal situado junto a la ermita de Santa Quitèria. “Estamos a la espera de que el Consell nos confirme si finalmente necesita de este espacio para que se instalen alguna de las personas acogida y, en caso afirmativo, iniciaríamos los trabajos para preparar el edificio”, ha asegurado Belliure.
La edil ha confirmado que el consistorio ya ejecutó varias mejorar en el albergue durante la crisis humanitaria que afectó a los refugiados sirios, cuando Almassora se ofreció como ciudad acogedora. La falta de acuerdo para su entrada en España impidió que se instalaran temporalmente en el municipio, aunque el edificio fue adecuado para ello.
Así pues, todas las entidades que forman parte de la Plataforma de ONG de Almassora se han ofrecido a colaborar con alimentos y ropa, además de con la asistencia de su personal voluntario. Las ONG buscarán recurrirán también a la ayuda de traductores cuando se conozcan las lenguas de las personas acogidas.
Esta asistencia complementará los recursos ofrecidos por la administración local, entre los que, como ha confirmado Belliure, figura la adquisición de colchones. Además, tras las reformas acometidas para la creación de la unidad de respiro para familiares de enfermos de Alzheimer, el complejo cuenta con una potabilizadora de agua con la capacidad de filtrar hasta 5.000 litros diarios y que podría dar servicio a las personas alojadas en el refugio.
Cabe recordar que el albergue de Santa Quitèria ya alojó a las más de 40 personas procedentes de la antigua Yugoslavia que en 1992 llegaron a Almassora huyendo de la guerra. En ese momento, la población de Almassora se volcó en ayudar a los refugiados y demostró “que somos un pueblo acogedor, solidario y con voluntad de integración”, ha incidido Belliure.
