Las excavaciones del Castellar de Alcoy se siguen llevando a cabo
Por quinto año consecutivo, a lo largo del mes de julio, se han retomado las excavaciones en el poblado fortificado andalusí del Castellar de Alcoy, impulsadas por el Museo Arqueológico Municipal Camilo Visedo Moltó
Esta actuación arqueológica está autorizada por la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, y ha sido financiada por el área de Cultura del Ayuntamiento de Alcoy
Los trabajos están dirigidos por el arqueólogo Germán Pérez Botí, autor de varios estudios sobre este yacimiento y profesor del colegio Carmelitas-La Presentación. Este año, a causa de las condiciones especiales relacionadas con la pandemia de Covid-19, se ha reducido el número de alumnado y colaboradores además de aplicar un estricto protocolo de medidas preventivas. Sin embargo, intentando que la normalidad vuelva también a la investigación arqueológica, se sigue trabajando para recuperar nuestro patrimonio histórico, en este caso intentando responder a preguntas sobre la ocupación andalusí en nuestras tierras.
La concejala de Patrimonio Histórico, Lorena Zamorano, ha visitado las excavaciones y ha explicado: «En el Castellar tenemos un yacimiento medieval de mucha importancia que año tras año está aportándonos información sobre el pasado árabe de nuestra sociedad. Este año las excavaciones han continuado, aunque las medidas de seguridad se han extremado para seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias».
Recordamos que entre los trabajos del verano pasa uno destaca la exhumación total de la muralla de este poblado fortificado, de unos noventa metros de longitud, construida con mortero de cal y piedra. Adosado a ella se constataron tres contrafuertes semicirculares de grandes dimensiones que tenían la función de contener la muralla; los diferentes departamentos que a ella se adosan en el espacio interior y un aljibe de grandes dimensiones.
En cuanto a las estancias documentadas, se han encontrado muros de masonería de los que se conservan hasta casi dos metros de levantado en algunos de ellos. En su interior se exhumó un ajuar doméstico propio de las comunidades andalusíes que habitaron el poblado fortificado durante finales del siglo X; y sobre todo durante la primera mitad del siglo XI. Según su director nos encontramos ante un yacimiento arqueológico de gran relevancia histórica a nivel provincial, puesto que sus estructuras como material permiten conocer el inicio de la presencia andalusí en estas tierras, poco conocido e investigado.
