Las dos parroquias de Albal restauran sus cubiertas para solucionar de urgencia goteras y humedades
La intervención más costosa, en Nuestra Señora de los Ángeles, ha comenzado este mes y terminará a principios de septiembre
Las parroquias de Nuestra Señora de los Ángeles y de San Carlos Borromeo de Albal han realizado sendas intervenciones de urgencia en sus cubiertas “para restaurarlas e impermeabilizarlas por serios problemas de filtraciones de agua en los dos templos, que ocasionaban fuertes goteras y humedades que con el paso del tiempo hacían peligrar la estructura de ambos edificios”, ha afirmado Engracio Bataller, párroco de Albal.
La primera de las intervenciones, en la parroquia de San Carlos Borromeo, dio comienzo a principios de marzo “pero se tuvo que paralizar con motivo de la pandemia, y no se pudo terminar hasta que se levantó la prohibición de realizar obras”. Igualmente, “las fuertes y constantes lluvias caídas durante el mes de abril también contribuyeron a la paralización de las obras”.
La actuación consistió en colocar “una lámina impermeabilizante de gran calidad” en la cubierta metálica de San Carlos, “un templo que al ser más moderno, ha hecho más sencilla la intervención”, cuyo coste ascendió a 34.000 euros.
Por otro lado, en Nuestra Señora de los Ángeles “se empezó a montar el andamio a finales de mayo y la obra ha dado comienzo a principios de junio”, pero “aún no se ha terminado, y se espera que finalice a principios de septiembre”. Al tratarse en este caso de un templo del siglo XVII, a dos aguas y con cubierta de teja, la intervención está consistiendo en “retirar las tejas para detectar fisuras, grietas o hundimientos y repararlos, así como impermeabilizar toda la cubierta mediante tela asfáltica, para luego colocar de nuevo todas las tejas antiguas que son recuperables”.
La intervención en Nuestra Señora de los Ángeles, con un coste de 120.000 euros, abarcará dos fases. En la primera se acometerá la techumbre de la nave central, las capillas laterales y la capilla de la Comunión. En la segunda fase se intervendrá el techo de la parte trasera del templo, la zona correspondiente a las dos sacristías y el camarín de la Virgen. Igualmente, se procederá al saneamiento una de las fachadas del templo, la que recae en la calle Massanasa.
Las actuaciones se están llevando a cabo gracias a un préstamo bancario avalado por el Arzobispado de Valencia, que será sufragado por la parroquia, “sobre todo gracias a la generosidad y los donativos de los feligreses”. Para recaudar fondos se han proyectado “cenas populares, venta de figuras de Santa Ana, loterías, rifas, distribución de estandartes de Santa Ana y San Blas, entre otras iniciativas”.
