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Cultura reconoce el Museo de Villena que se ubicará en la antigua fábrica de luz Electro-Harinera

  • A petición del Ayuntamiento, y por falta de espacio, sustituye al Museo Municipal Arqueológico José María Soler de Villena

La Consellería de Educación, Cultura y Deporte ha reconocido el Museo de Villena que viene a sustituir al Museo Municipal Arqueológico José María Soler de Villena, reconocido como museo por resolución de 10 de diciembre de 1993.

El museo contará con una nueva ubicación en la Electro-Harinera, antigua fábrica de luz edificada en 1909, que constituye un excelente ejemplo de arquitectura industrial de principios del siglo XX, lo que le ha supuesto su declaración como bien de relevancia local.

Ante los serios problemas de espacio que presenta el Museo Arqueológico José María Soler, el Ayuntamiento de Villena impulsó la creación en la Electro-Harinera Villenense de un nuevo espacio museístico para la ciudad.

El Museo de Villena destaca en el panorama museístico valenciano por la variedad y relevancia de sus colecciones. La amplitud cronológica de estas permite hacer un recorrido histórico desde la Prehistoria hasta el siglo XX, conociendo las sucesivas y, en algunos casos, excepcionales manifestaciones culturales de los pueblos que han habitado en el territorio villenense. Es importante, destacar que, si bien la mayoría de los fondos del Museo proceden del término municipal de Villena, también hay piezas de poblaciones vecinas como Biar, Beneixama, Campo de Mirra, Cañada, Caudete, Salinas y Sax.

Desde su apertura, el Museo Arqueológico José María Soler ha tenido una predominante vocación arqueológica, aunque las piezas de carácter etnológico siempre han formado parte de sus fondos. En el año 2000, el Ayuntamiento de Villena firmó un convenio con Jerónimo Ferriz para adquirir la antigua Electro-Harinera Villenense, y los más de 5.000 objetos etnográficos que el ingeniero agrónomo había ido acopiando en su interior. Este conjunto está formado por arados, carros y carruajes, utillaje agrícola y de carpintería diverso, así como de medición y alguna pieza más destacada como una clepsidra, un densímetro, una imagen de la Virgen de las Virtudes, mapas, libros, fotografías, etc., en definitiva, una excelente colección de los siglos XIX y XX.

A partir del ingreso de la colección Ferriz, el museo ha ido incrementando las colecciones y poco a poco ha transformado su naturaleza, eminentemente arqueológica, hasta alcanzar en la actualidad un alto porcentaje de fondos de época contemporánea —más de 10.500 piezas inventariadas—, y un mayor espacio dedicado a piezas de fechas recientes en la sala de exposición permanente.

Los fondos arqueológicos del Museo permiten documentar la historia local desde el Paleolítico hasta la Edad Moderna, con hitos tan destacados como los restos de la Cueva del Cochino, el Tesoro de Villena, el Tesorillo del Cabezo Redondo, los ajuares del Cabezo Redondo, la Arracada de la Condomina, el ajuar funerario del Peñón de la Zorra o la estatuaria ibérica, por citar algunos.

En el nuevo edificio contará con sala propia el Tesoro de Villena, un excepcional conjunto declarado bien de interés cultural y considerado por la investigación especializada como el conjunto de vajilla prehistórica más importante de Europa, solo equiparable al de Micenas.

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