Empate de un Villarreal que va a menos

El Villarreal tenía la posibilidad de reiterar que su candidatura al ascenso directo va en serio y además jugando el primero de los que se encuentran en esa lucha, vivir el resto de la jornada desde la tranquilidad y dejando la presión a los demás. De nuevo, desperdició la ocasión y no se si decir que se complica el objetivo pero sin duda le añade dosis de sufrimiento en el camino hacia él. Lo peor no es el empate logrado, son las sensaciones de un equipo que mejoró su cara con la llegada de Marcelino y los nuevos fichajes pero que lleva varias semanas volviendo a las sensaciones del inicio de temporada, llegando en el día de hoy a deambular por el campo sin ideas.

El partido ha sido realmente malo desde la perspectiva de un aficionado a alguno de los dos conjuntos y desde la del amante del fútbol en general. No hubieron prácticamente ocasiones por parte de ninguno y el Lugo que no se juega nada, fue superior en la primera parte, haciendo al equipo que se juega el ascenso correr detrás de él y de la pelota. Los gallegos perdonaron un gol a puerta vacía de esos que repiten una y otra vez en las moviolas y resúmenes y por su parte el submarino amarillo realizó un chute de Perbet que el portero se quitaría de encima siendo ambas jugadas de lo poco que se vio ofensivamente en este primer tiempo. El segundo no es que mejorara mucho dado que el conjunto amarillo se fue haciendo con el control del partido pero su dominio fue totalmente estéril con un juego espeso, predecible y falto de cualquier idea o recurso que diera la sensación que pudiera cambiar lo que se estaba viendo. Unos breves minutos en el Ecuador de esta segunda parte donde el Villarreal llegó al área rival y tuvo dos claras ocasiones fueron un espejismo con forma de oasis en el desierto futbolístico que fueron los 90 minutos.

Marcelino se equivocó en el planteamiento, los cambios no mejoraron la situación y añadieron nuevos errores a una lista algo larga hoy y de la que esperemos aprendan primero el mister y luego los jugadores. La semana pasada se equivocó en sus declaraciones sobre la afición, no por el contenido sino por la intensidad que fueron dichas, la importancia que le dio al tema y por generalizar. Hoy no se si en un ejercicio de orgullo sobre lo anteriormente mencionado o decisión puramente deportiva en base a lo que ve en los entrenamientos, dejó sin disputar ni un solo minuto a Gerard Moreno, que fue el mejor del último encuentro y de varios de los anteriores y que es el que más ganas y garra le pone al equipo, algo de lo que no andamos sobrados para además poner en su lugar al peor del anterior encuentro y de varios de los disputados hasta el momento. Confío que hemos cubierto ya el cupo de entrenadores que anteponen las manías, odios y amores personales al bien común y a la lógica y que esto se revierta empezando por dejar a un lado esos aspectos. Se demostró por enésima vez este año que Senna y Bruno no pueden jugar juntos, que aculan y relentizan el juego del equipo y además crean un agujero importante entre el medio y la delantera. Sumado a que no tenemos hombres que tengan un desborde letal, llegar al área con criterio y peligro se antojaba más que un reto. Cani recuperó de nuevo muchos balones pero como casi siempre los perdía en sus batallas de él contra el mundo y a falta de compañeros que le ayudaran y algunos como Moi estuvieron desaparecidos. Los cambios como digo no mejoraron la situación y produjeron incluso la indignación entre los aficionados. Perbet fue el primer elegido cuando de nuevo el clamor popular era Uche, el segundo sería Moi por un inoperante Juanma, mientras Cani ya daba muestras claras de cansancio y de no poder ni correr. Chocó además la entrada de alguien que cuelgue balones al área cuando el hombre especialista en rematarlos no había sido aprovechado hasta el momento en esa faceta y había abandonado el terreno de juego poco antes. El último cambio vino esta vez demasiado pronto, arriesgando a falta de muchos minutos el porvenir de un partido con como decía hombres ya agotados y otros como Mellberg que llevaban de una lesión y no sabías si podrían dar un susto. Aunque parezca lo contrario, aunque a pocos, se puede destacar a algunos jugadores, sobretodo a la línea defensiva desde los laterales hasta los centrales, con sobretodo un Mussachio muy serio y expeditivo.

El punto sabe a poco aunque tampoco merecimos más. De poder ver el resto de la jornada desde el sofá, disfrutando si caía la breva de que los rivales pincharan a casi rezar para que así sea. El Alcorcón ya ha ganado, de nuevo en el descuento y mañana esperemos que el Elche sea quien gane ante el Girona. Los ilicitanos además, serán nuestros próximos rivales, en un partido que si ya era importante ganarlo, ahora es una urgencia vital. Las bajas nos han mermado pero los hombres que hoy estaban en el campo podrían haberlo hecho mucho mejor de lo que lo hicieron. Ahora hay una semana por delante de trabajo para revertir la imagen y el juego del Villarreal, que en las últimas semanas va a menos.

El técnico del Villarreal en sus declaraciones tras el partido se mostró enfadado y decepcionado. El empaté lo consideró lo más justo pero que hemos hecho poco para ganar. Nos vamos con un punto y la amargura de que para ganar deberíamos haber hecho mucho más. Hemos ido a buscar al rival muy arriba, no hemos sido solventes en la presión en campo contrario, nos requería mucho esfuerzo. Con balón muy lentos, predecibles, no hemos tenido ideas para desbordar al Lugo ni superar su repliegue. No se han tenido ocasiones en el primer tiempo, en el segundo un par de ocasiones claras pero luego se ha vuelto a jugar como en la primera parte aunque con más control. El punto no es nada pero es poco, la idea era sumar tres. No hemos estado a la altura de los últimos partidos con los valores y criterios de juego que el equipo venía demostrando. Después del partido ante el Castilla cree que ha sido el peor partido del Villarreal y en la primera parte nos hemos parecido mucho a aquel. La conexión con los delanteros no ha funcionado porque hemos jugado mucho en campo propio y poco en el del rival, en el uno a uno no hemos desbordado y en el colectivo hemos sido lentos y predecibles, facilitando mucho la labor al rival. Los mediocampistas jugando muy en campo propio y los de arriba muy descolgados. Tras la reflexión de siempre de lo que se ha hecho bien y mal, esto ya no tiene solución y toca trabajar para preparar el partido del Elche. Es una pena no haber ganado, pero es importante el que no se haya perdido aunque reitera que se debió hacer mucho más para ganar.

0 CD Lugo: José Juan; Víctor Díaz, Tena, Pavón, Manu; Pita, Seaone, Tonetto (Rubén Durán, 75’), Pablo Álvarez (Héctor Font, 61’), Iván Pérez (Víctor Marco, 83’) y Airam.

0 Villarreal CF: Juan Carlos; Mario, Mellberg, Musacchio, Joan Oriol; Cani, Marcos Senna (Manu Trigueros, 68’), Bruno, Moi Gómez (Juanma, 65’); Uche y Perbet (Pereira, 56’).

Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó a Seoane (35’), Manu (73’) y Airam (90’) por parte del Lugo y a Marcos Senna (54’) y Musacchio (82’) en el caso del Villarreal.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 36 de la Liga Adelante disputado en el Estadio Anxo Carro de Lugo ante unos 2.500 espectadores. Los jugadores del Villarreal lucieron un brazalete negro en señal de duelo por el fallecimiento de Antonio Díaz, ex jugador amarillo.