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Compromís lamenta ‘el autoritarismo de Benlloch’

Compromís lamenta ‘el autoritarismo de Benlloch’

    El grupo municipal de Compromís per Vila-real lamenta que en el pleno ordinario de ayer se desestimara una moción presentada para exigir al Gobierno un aumento de las penas para aquellos ciudadanos que maltraten o abandonen a un animal, con los únicos votos en contra del PSPV, y los votos a favor incluso del PP y de Ciudadanos.

    El concejal Santi Cortells, que fue el encargado de defender la moción, no solo ha lamentado el voto en contra de los socialistas, sino el tono bronco adoptado por el alcalde, que quiso hacer su particular aportación tras la intervención en la que otro edil socialista defendió la postura de su partido. "Nos parece bien que el Ayuntamiento trabaje con SOS Manada y Gats de Barri, pero nuestra moción iba más allá y se centraba en el artículo 337 del Código Penal, que ha sido reformado en varias ocasiones, incluso por el propio PSOE en 1995", indica Cortells. Además, apunta que "el PP aprobó en 2017 una Proposición No de Ley en el Congreso para dejar de considerar a los animales en el Código Civil como cosas, para tratarlos como seres vivos". "Es una forma de garantizar los derechos de los animales y, por supuesto, recibió el apoyo de todos los grupos políticos, incluido del partido de Benlloch", añade.

    Para Cortells resulta incomprensible el argumento del PSPV, "teniendo en cuenta que parecían estar en sintonía con la reivindicación de la moción, hasta que el alcalde quiso hacer su apreciación personal y particular que, además, nada tenía que ver ni a nivel legislativo ni en ningún otro aspecto con el texto que defendíamos".

    "Lo más grave no es mezclar esta ley con explicaciones de sus experiencias personales en la defensa de paranyers o su más que alardeado gusto taurino, sino que cometió un error muy grave al comparar nuestra exigencia de protección hacia los animales con las agresiones y violaciones a las mujeres", lamenta Cortells.

    "Es deleznable que diga que una sociedad que recurre al Código Penal para solucionar sus problemas es una sociedad fracasada", explica, "y más lamentable todavía es culpabilizar a la presión social como la responsable de que el Gobierno aumentara las penas para aquellos hombres que cometen agresiones sexuales". "Sus palabras fueron condenables, asegurando que al violador le sale más rentable matar a su víctima que simplemente violarla y que esa opinión está refrendada por muchas universidades, no sabemos cuáles. Jamás se ha escuchado un disparate similar y mucho menos que se compare el maltrato animal con agresiones sexuales", afirma.

    Para el edil de Compromís “es totalmente comprensible que no siempre se puede estar de acuerdo, somos partidos distintos, pero intentar engañar y mezclar conceptos para que la población no se entere de nada es jugar muy sucio”. “Nuestro grupo siempre ha querido aportar y colaborar para el consenso y no hubiéramos tenido ningún problema en que presentaran una enmienda”, explica, “pero ante todo en Compromís hablamos claro, porque, a diferencia de otros, no estamos todo el día pensando en el rédito político que se pueda sacar o no de ciertos temas”, señala.

    Finalmente, Cortells lamenta haber tenido que interrumpir al alcalde “cuando el discurso se le iba de las manos, aunque posiblemente le hicimos un favor, porque evitamos que siguiera metiéndose más a fondo en un berenjenal del que difícilmente iba a salir”. No obstante, anima a Benlloch a hacer una reflexión sobre cómo usa ciertos calificativos hacia sus compañeros de tribuna “incluso ante las cámaras”. “Llamarme intolerante integral fue un golpe muy bajo, precisamente viniendo de alguien que no acepta que haya opiniones diferentes a las suyas”, destaca, y añade que “si alguien viene a dar sermones interminables y a intentar sentar cátedra con sus palabras en cada pleno y en cada intervención es el señor alcalde, que además se mofa y ridiculiza a otros ediles. Ya está bien, alguien tenía que pararle los pies”.

    El edil nacionalista puntualiza que “hay que distinguir entre uso y abuso de la autoridad”. “El alcalde tiene todo el derecho a tener la última palabra, pero eso no implica hacer constantemente discursos interminables”, apunta. Y aclara que “si hacemos hoy esta rueda de prensa es porque ayer se produjo un ejercicio de abuso de autoridad parlamentaria en el pleno y me he visto obligado a explicarme así”.

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