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El Valencia sufrió demasiado en Almería para alcanzar la Champions (2-3)

El Valencia sufrió demasiado en Almería para alcanzar la Champions (2-3)
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    El Valencia sufrió demasiado en Almería para alcanzar la Champions (2-3) - (foto 4)

    “Si algún aficionado valencianista padece del corazón, que abandone la grada y se apueste por el cine en las dos próximas horas”. Algo así debieron advertir por la megafonía del estadio de los Juegos Mediterráneos antes de que comenzara el encuentro entre el Almería y el Valencia porque el choque no fue apto para cardíacos, sobre todo del bando visitante.

    El Valencia cumplió, si, logró la cuarta plaza y se coló en la Champions, si. Pero con una dosis extra de sufrimiento que pocos esperaban antes de que se iniciase en partido. Al final, un momento de inspiración de Paco Alcácer –el más listo del partido- obró el logro.

    No era tan complicado. El Valencia se presentaba en Almería con todo a su favor. Eso sí, después de haber dejado escapar una ocasión maravillosa para cerrar la campaña la semana anterior ante el Celta. Los de Nuno no dependían de nadie. Sólo tenían que vencer a un equipo prácticamente desahuciado antes del inicio de la jornada y abocado a perder la categoría. Pero como la semana anterior, bastaron ocho minutos para que se le desmontara toda la paraeta al Valencia.

    Un gol de Thomas, con cierta colaboración de Alves, que al final se retiró lesionado, ponía cuesta arriba el recorrido valencianista. Como ante el celta, tampoco hubo reacción y los acercamientos que llegaban a la portería de Rubén eran casi más por demérito del Almería, un equipo muy limitado y roto por las bajas en defensa, que por intención visitante, entre otras cosas porque el centro del campo del Valencia no existió. Enzo no estaba al cien por cien de su lesión, Parejo no apareció más que para ver dos cartulinas amarillas y abandonar el césped antes de que concluyera el partido e incluso Javi Fuego, uno de los más reguilares durante toda la campaña, falló en la cobertura y dio aire a los andaluces en más de una ocasión.

    El empate tuvo que llegar desde atrás y en una jugada a balón parado. Otamendi volvió a meter su testa a la salida de un córner para introducir el balón en la red local. La cosa se aclaraba algo, pero fue poco menos que un espejismo, porque aún no habían pasado diez minutos del empate del central argentino cuando Soriano aprovechó un rechace de Alves para volver a adelantar a su equipo en el marcador. De nuevo los errores defensivos de una de las mejores zagas de la Liga salieron a relucir y de nuevo el Valencia veía complicado su objetivo de toda la temporada.

    Pero había que meter más intriga en la trama y al borde del descanso Feghouli volvía a dejar el marcador como al inicio del partido pero con los guarismos a 2 para que el Valencia tuviera que jugarse toda su temporada en 45 minutos, entre otras cosas porque las noticias que llegaban desde Málaga es que el Sevilla todavía no había logrado marcar.

    Esas noticias cambiaron rápidamente con el inicio de las segundas mitades en todos los estadios. El Sevilla rápidamente se colocaba 0-2 en La Rosaleda y obligaba al Valencia a ganar para entrar en la Champions League. Pero al conjunto de Mestalla no le salían las cosas. El centro del campo seguía sin funcionar y continuaban las concesiones en defensa que pudieron costar algún que otro disgusto más. El cronómetro corría en contra de los de Nuno. No tanto en contra de los de Sergi que veían cómo se agotaban sus minutos en primera División sin que ni siquiera una victoria contra el Valencia pudiera solucionarlo.

    Pero tuvo que llegar el momento mágico. Ese que pudo romper más de un corazón entre los valencianistas y tuvo que llegar de la mano de uno de esos futbolistas que está llamado a ser bandera del equipo. Paco Alcácer fue el más listo de la clase. Sacó su genialidad para robar un balón en la línea de medios del Almería y encarar a Rubén sin que el meta local pudiera hacer nada por evitar la definición del ariete del Valencia.

    El gol hizo estallar la euforia, que no fue completa hasta que se cumplieron los cinco minutos de añadido que concedió el árbitro y en los que el Almería, aún sabiéndose descendido, no bajó los brazos en ningún momento.

    Sólo faltó que el Granada hubiera marcado en el último minuto en su choque frente al Atlético, pero entonces el guión y la película ya hubieran sido de Oscar.

    FICHA TÉCNICA
    2 - Almería: Rubén; Michel Macedo, Mauro dos Santos (Fernando Soriano, m.31), Sebastián Dubarbier, Casado; Verza, Thomas; Jonathan Zongo (Hemed, m.78), Miguel Ángel Corona, Espinosa (Wellington Silva, m.54); y Thievy.

    3 - Valencia: Diego Alves (Yoel, m.72); Barragán, Otamendi, Mustafi, Gayà; Javi Fuego, Enzo Pérez (Álvaro Negredo, m.46); Feghouli, Dani Parejo, De Paul (Pablo Piatti, m.62); y Paco Alcácer.

    Goles: 1-0, M.08: Thomas. 1-1,Mm.28: Otamendi. 2-1, M.36: Fernando Soriano. 2-2, M.44: Feghouli. 2-3, M.79: Paco Alcácer.

    Árbitro: Hernández Hernández, del Colegio Canario. Amonestó a Casado (m.67) y Wellington Silva (m.74), de la UD Almería, y a Mustafi (m.34), Feghouli (m.74), Piatti (m.85) y Alcácer (m.92), del Valencia. Expulsó a Dani Parejo por doble tarjeta (m.68 y 89), en el Valencia.

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