Sarrià denuncia que un local municipal en Benicalap está cerrado 4 años
Los socialistas proponen que se destine a Centro Vecinal para las entidades del barrio
El concejal socialista Vicent Sarriá ha denunciado hoy que un local municipal de 548 m2 situado en la calle Agullent del barrio de Benicalap y destinado a equipamiento público, está cerrado desde hace cuatro años, sin que el Gobierno Municipal lo destine a usos vecinales.
El Ayuntamiento de Valencia recibió gratuitamente este local hace cuatro años, pero hasta noviembre del año pasado no lo escrituró y fue incluido en el Inventario municipal de Bienes en una reciente Junta de Gobierno Local, permaneciendo todo este tiempo cerrado sin ser destinado a equipamiento de barrio.
Ha indicado que el barrio de Benicalap tiene 38.745 habitantes, y mantiene un movimiento asociativo muy activo con entidades vecinales, deportivas y culturales, entre las que destaca la existencia de dos sociedades musicales. En muchos de los casos, estas entidades ven dificultada su actividad al no disponer de los espacios adecuados para llevarlas a cabo, o destinar importantes esfuerzos y recursos económicos para el mantenimiento de locales de alquiler.
Tal como ha comentado Sarrià, para el Grupo Municipal Socialista, es conveniente, que siempre que haya disponibilidad de patrimonio municipal, que se facilite el trabajo de las entidades vecinales, ya que repercute en la mejora de la convivencia en los barrios, y son imprescindibles para el fortalecimiento del tejido social y la mejora de la calidad de vida de los vecinos.
Por ello, el Grupo Municipal Socialista ha presentado una moción a la Comisión de Urbanismo, para que desde el Servicio de Patrimonio se habilite el local como Centro Vecinal de Benicalap, donde al menos pudieran disponer de espacio para el desarrollo de sus actividades socioculturales, la Asociación de Vecinos Benicalap-Entrecaminos; el Club de Fútbol Benicalap UD; y las agrupaciones musicales de Benicalap y Acacias-Picayo.
Sarrià ha exigido al Gobierno Municipal una mayor diligencia en los asuntos que afectan a los vecinos, y un mayor control de sus propiedades municipales, pues mientras los vecinos del edificio ya disfrutan de sus viviendas desde hace cuatro años, el local propiedad municipal todavía permanece tapiado sin uso público.
