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Así podrían afectar a los niños el uso temprano de los dispositivos electrónicos

Así podrían afectar a los niños el uso temprano de los dispositivos electrónicos
  • Los expertos señalan como posibles efectos alteración del sueño o mal rendimiento escolar

El uso temprano de las pantallas de dispositivos electrónicos podría afectar al neurodesarrollo de los más pequeños. Así lo ha indicado el coordinador de la Unidad de Desintoxicación y Patología Dual del Hospital Vithas Aguas Vivas, el doctor Augusto Zafra, quien aboga por limitar el uso de la tecnología en los niños.

Zafra recuerda que la Academia Estadounidense de Pediatría asegura que los niños entre los 3 y los 5 años “no deberían permanecer por más de una hora al día frente a la pantalla”, entendiendo “pantalla” a aquellos dispositivos tales como móvil o tablet, entre otras. Los expertos también coinciden en que antes de cumplir los dos años “los más pequeños no deberían pasar tiempo frente a las pantallas”.

Las estimaciones actuales son que los niños entre los 8 y los 10 años “pasan alrededor de 6 horas frente a una pantalla. Al llegar a la edad entre 11 y 14 años pueden permanecer hasta 9 horas al día frente a las pantallas o más”.

El doctor Zafra apunta que “el tiempo de pantalla a una edad temprana podría afectar en el neurodesarrollo de los niños ya que este tipo de estímulos forman parte un diseño cerebral temprano que va modulándose con el paso del tiempo. Muestra de ello, es que aquellos niños que comienzan a utilizar pantallas en edades tempranas de vida, tienen un mayor riesgo para desarrollar una menor capacidad de autorregulación emocional y comportamientos de corte impulsivo”.

Así pues, y en este contexto, “parece evidente que fomentar una adecuada gestión de tiempo frente a las pantallas puede tener un impacto positivo en el desarrollo evolutivo del sistema nervioso del menor”.

Entre los efectos principales de la exposición a pantallas en niños se encuentran los problemas para dormir: “Los niños como los adolescentes y adultos que pasan mayor tiempo frente a las pantallas también tienen mayor riesgo a tener alteraciones del sueño, tanto en la cantidad como en la calidad”. El doctor Zafra explica que “se ha demostrado que la estimulación electrónica de los dispositivos con pantalla es capaz de interferir en las diferentes fases de sueño, tanto en la conciliación del sueño, como en el mantenimiento y la profundidad de este”. El acto de dormir es una parte fundamental para el futuro diseño cerebral de los niños ya que durante el sueño se activan mecanismos químicos y hormonales indispensables para un adecuado desarrollo, como por ejemplo son las hormonas asociadas al crecimiento.

El especialista habla también del mayor riesgo de sobrepeso y obesidad, pues el tiempo de permanencia enfrente de una pantalla es inversamente proporcional a la actividad física, no sólo por el hecho cuantitativo del tiempo invertido sino también por la inquietud de estímulos que el menor buscará en su desarrollo. “Es decir, el niño que más tiempo pasa delante de una pantalla desarrollará una menor iniciativa en la búsqueda futura de actividad física y, al contrario, y como resultado, pueden desarrollar sobrepeso y obesidad”, señala.

El abuso de los dispositivos también puede llevar aparejado un mal rendimiento escolar: “Los niños que están mucho tiempo expuestos a tecnología, tienen más riesgo a tener bajas calificaciones. Suelen tener una tendencia a leer menos libros y tener más dificultades en la lectura comprensiva”.

Así, el uso inadecuado de los medios tecnológicos puede incrementar “el riesgo de los niños al abuso tecnológico”. Entre el 4 y el 8% de los niños y adolescentes “tienen serios problemas para limitar el uso de internet asimilable a una conducta de corte adictivo”, señala Zafra quien añade que se estima que “alrededor del 10% de los jóvenes entre 8 y 18 años tienen algún trastorno asociado a juegos de internet”.

Los problemas para relacionarse son otra consecuencia del uso abusivo de los dispositivos. El doctor Zafra señala que los niños que pasan más de 5 días sin utilizar tecnologías frente a pantallas “tienen una mejor capacidad para impregnarse de las emociones de las personas. De alguna forma, la ausencia de una relación directa, personalizada y no virtual provoca una menor plasticidad en las neuronas espejo o neuronas de la empatía que son fundamentales en el análisis emocional de la relación e interacción de las personas. Por lo tanto, esta habilidad puede quedar reducida en aquellos niños que tienen un abuso de las tecnologías”.

El responsable de la Unidad de Desintoxicación incide en que los menores expuestos a una exposición “excesiva” de tecnologías -internet o redes sociales- “a menudo muestran una mayor propensión a tener comportamientos de riesgo, tales como conductas sexuales, abuso de sustancias, trastornos alimentarios o autolesiones”.

Augusto Zafra resalta, además, que se estima que alrededor de un 12% de jóvenes entre los 10 y los 19 años “han enviado una foto con contenido sexual a otra persona. Uno de los riesgos de esta práctica es el riesgo que un mal uso de este contenido puede provocar en la autoestima de la persona o un impacto psicológico irreparable que puede llevar incluso a conductas suicidas” *.

Por último, el doctor Zafra hace referencia al ciberacoso o bullying cibernético, pues se estima que “alrededor de un 87% de los adolescentes han sido testigos del acoso cibernético en algún momento”.

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