Las playas de Cabanyal y Malvarrosa reciben las acreditaciones medioambiental y de accesibilidad, y la de Pinedo la Bandera Q de calidad turística

El Ayuntamiento de Valencia ha elegido la sede de Bibliomar en la playa de Pinedo, como escenario para formalizar el acto de entrega de la Bandera Q de Calidad Turística que por primera vez recibe esta playa del municipio de Valencia, y las certificaciones ISO 14001 Medioambiental y de Accesibilidad Universal con que este año han sido distinguidas las de Malvarrosa y Cabanyal. La Alcaldesa de Valencia ha presidido este acto en el que han estado también presentes el Presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata, el Diputado Provincial de Turismo, Isidro Prieto, y los Concejales Lourdes Bernal, María Jesús Puchalt y Ramón Isidro Sanchis y Vicente Aleixandre, por parte del equipo del gobierno, y Carmina del Río y Francisco Carsí, en representación de la oposición municipal.

Antes de proceder al acto de entrega de distinciones y certificaciones, a la Alcaldesa Rita Barberá le han sido mostradas, por parte de los responsables de Cruz Roja, las dos nuevas ambulancias monitorizadas y de última generación, así como la moto acuática equipada con camilla, “que es el medio más eficaz para el rescate de una persona en el mar”. Desde hoy prestan servicio en las playas valencianas. Igualmente ha podido saludar a los quince jóvenes contratados a través del Plan de Empleo Local y destinados a prestar la mayor atención en los puntos de accesibilidad “para que los discapacitados puedan disfrutar en igualdad de derechos y condiciones de las playas valencianas”

En este sentido, Rita Barberá ha salido al paso de “la maldad de quienes van diciendo que vamos a reducir estos puntos de accesibilidad. Se equivoca en su maldad, porque los vamos a ampliar, porque vamos a seguir ayudando y asistiendo de forma especial a aquellos colectivos que necesiten más ayuda, aumentando los horarios y el tiempo de asistencia”.

La Alcaldesa se ha referido al enorme esfuerzo que el Ayuntamiento realiza cada año para continuar mejorando las playas valencianas, haciéndolas más limpias, accesibles y con mejores servicios. “Hemos hecho un esfuerzo extraordinario que ha tenido como fruto que desde 1993 nuestra playas hayan recibido más de 90 reconocimientos y galardones”.

Ha bromeado sobre la paradoja que supone que un Ministerio, el de Industria y Turismo, “nos reconozca la calidad, mientras otro Ministerio, el de Medio Ambiente, nos quiera quitar los chiringuitos”. Ha insistido en la necesidad de cuidar nuestras playas, “parte fundamental de la esencia de nuestra oferta turística, factor estratégico de nuestra cotidianeidad y parte de nuestro ser natural”, y resaltado el éxito que suponen estas distinciones en las que se valora la limpieza, la calidad medioambiental, la accesibilidad global e incluso los servicios culturales. “Y dentro de nuestros servicios más culturales está nuestra hostelería, los chiringuitos. Estamos en Pinedo, con los restaurantes amenazados en plena lucha para defender los chiringuitos valencianos en la que tengo el honor de estar en cabeza”.

Ha criticado con dureza a la Ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, “que quiere echarnos la culpa de todo aunque nosotros no tengamos la competencia que demandamos”. La ha acusado de proferir “mentiras y falsedades”, llegando a afirmar que ha faltado a la verdad y ha mantenido una actitud “despectiva, despótica, chulesca e incluso perversa y arrabalera, cuando dice que no se vende por dos granos de arroz. Ese es el talante institucional de una Ministra del Gobierno de Rodríguez Zapatero”.

La Alcaldesa de Valencia ha esgrimido el informe, extrañamente desaparecido de la documentación del caso en el Ministerio, y elaborado con fecha 13 de marzo de 2007 por la Jefa de la Demarcación de Costas en Valencia, Lidia Pérez González, en el que se afirma que “todo era legal y se debía autorizar”. En este documento se recuerda que “ya desde mediados de los años 90 el Ayuntamiento de Valencia, en diversas reuniones y escritos, reivindicaba la cesión total de la titularidad de todo el Paseo”. En este informe, de marzo de 2007, se indica que “tales ocupaciones (refiriéndose a los chiringuitos) no han generado problema alguno, siendo totalmente compatibles con el tránsito peatonal y otras ocupaciones y/o exigencias al Paseo Marítimo. En definitiva, se encuentran integradas completamente en él y avaladas y confirmadas por muchos años de experiencia”.

Este documento reconoce que los chiringuitos son “de gran afluencia de público y un referente en la ciudad de Valencia”. Rita Barberá ha señalado, respecto a la recomendación de mirar al resto de España para ver que ocurre, que “hemos mirado y hemos visto que a nosotros se nos discrimina y se nos trata en negativo”. Tras lo cual ha recordado esa “falta a la verdad por parte del Ministerio” y la “legalidad absolutamente clarísima”.

Igualmente ha citado otro apartado del referido documento en el que se afirma textualmente que “esta Demarcación de Costas considera que, en estos momentos, la posible denegación de las autorizaciones de los 150 m2 anexos a las concesiones de módulo merendero, supondría un trastorno económico y funcional a los concesionarios que tan solo hace cinco años incurrieron en una importante inversión”.

Ha concluido su intervención ante los medios de comunicación que han asistido a este acto señalando que “el Gobierno Central la ha tomado con las playas de Valencia, pero nosotros seguiremos adelante defendiendo los chiringuitos frente a esa actitud sectaria. La Ministra Elena Espinosa dice que no se vende por unos granos de arroz, pero a lo mejor si que se vende por una orden de la Vicepresidenta”.