Vecinos de Valencia inician una recogida de firmas en favor de que suenen las campanas
Contestación vecinal a la decisión del gobierno municipal de Valencia de requerir a varias iglesias a que silencien sus campanas debido a las quejas de algunos vecinos. La polémica está servida, campanas sí, o campanas no. En la última semana el debate se ha instalado en varios barrios de la ciudad de Valencia y amenaza con extenderse a gran parte de la opinión pública. La cuestión no es nueva, pues ya en otras ocasiones algunos ayuntamientos a lo largo y ancho de España han tomado decisiones similares, no obstante, es la primera vez que se toma una decisión de este calado en la capital valenciana.
Como emblema del malestar ciudadano, la Parroquia de San Nicolás, que data del siglo XIII, una de las más concurridas de Valencia, por fieles y turistas. A esta iglesia el ejecutivo municipal le pidió por escrito que dejase de tocar sus campanas hasta que se puedan realizar las mediciones que determinen si el sonido de sus campanas está sobrepasando los límites establecidos en leyes y ordenanzas municipales sobre contaminación acústica.
El desencadenante, podría haber sido una denuncia de algún vecino o vecina de la iglesia, no obstante, el párroco de San Nicolás aseguró en un debate televisivo que, en contra del argumento de que las campañas incumplen la normativa acústica local, "la contaminación es ideológica". El Ayuntamiento por su parte, a través de la titular municipal de medio ambiente, Pilar Soriano, aseguró que la solución, en caso de que finalmente se determine que las campanas sí incumplen la normativa sobre contaminación acústica, sería relativamente sencilla y bastaría con instalar un amortiguador en las campanas, a fin de evitar que produjesen tanto ruido. Contra ello ya existe respuesta, en este caso promovida por parte de fieles del barrio que están recogiendo firmas contra la decisión, y ya han conseguido, al menos, crear debate en torno a una decisión que no agrada a muchos de los residentes en el barrio, acostumbrados al toque de las campanas y que incluso, en algunos casos, hacían uso de ellas al utilizarlas como método de medición del tiempo.
Tal y como ya informó este periódico en el día de ayer, no sólo se ha generado polémica en el entorno de la famosa 'capilla Sixtina valenciana', en referencia a la parroquia de San Nicolás, y es que, otras iglesias de la ciudad como Los Santos Juanes, Escolapios o el Convento de San José de la Montaña, todas ellas situadas en barrios que soportan una fuerte contaminación acústica en horas nocturnas debido a la acumulación de bares y personas en la calle, también han recibido la notificación del Ayuntamiento que dirige Joan Ribó para que cesen, al menos de manera temporal, la actividad sonora de sus campanas. Actualmente la normativa municipal impide que las campanas suenen a más de 60 decibelios durante el día y a que lo hagan a más de 35 durante la noche, algo que ya han dejado de hacer, desde hace años, varias iglesias y campanarios de la ciudad, conscientes de las molestias que pueden ocasionar las campanas a según qué horas de la noche.
De momento, el conflicto no se ha extendido a otros barrios de la ciudad, pero podría hacerlo visto el efecto que las denuncias vecinales generan hasta que los técnicos puedan actuar. En este sentido, desde Ciudadanos, a través de su portavoz municipal Fernando Giner, se pidió a Ribó consensuar y mediar entre los vecinos que puedan verse afectados por el toque de las campanas y las propias parroquias.
La polémica llega justo en medio de la moción aprobada por el ejecutivo local (Compromís, PSPV y València en Comú), de una moción del último grupo para que la ciudad inste al Gobierno de España a cobrar el IBI a los edificios de la Iglesia Católica, actualmente excluidos de la tributación de este impuesto, del mismo modo que los edificios dedicados al culto de otras confesiones. Asimismo, la moción pedía un nuevo acuerdo de relaciones entre el Estado y la Santa Sede y limitar la participación del Ayuntamiento en actos religiosos, excepto los que tengan relevancia cultural, esto es, principalmente, los actos relacionados con la fiesta de las Fallas.
