El Clínico coordina un programa de promoción de la actividad física en mujeres
El Servicio de Ginecología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, a través de su Jefe de Servicio, el Dr. Antonio Cano, está desarrollando una iniciativa de implantación de actividad física en mujeres. Esta iniciativa titula 'Reducción de dolencia crónica después de la menopausia' (siglas en inglés CARMEN, de Chronic Ailment Reduction after MENopause) pretende mejorar los estándares de salud en la mujer, lo que incluye aspectos tales como la reducción de vulnerabilidad a enfermedades crónicas, la mejora de la calidad de vida y el descenso en el consumo de recursos sanitarios.
La iniciativa se integra en el programa europeo EIPAHA donde además, el Clínico coordina el grupo de deterioro funcional y cognitivo, en que está integrado un conjunto de 23 grupos de trabajo de distintos países de la Unión Europea.
El programa europeo EIPAHA es un ambicioso plan que contempla diferentes vertientes con el objetivo de aumentar en dos años la esperanza de vida con buena salud de aquí a 2020.
El grupo CARMEN ha incluido a algo más de 1.300 mujeres de entre 40 y 75 años y de ellas existe una base de datos de parámetros clínicos y biológicos, así como una colección de muestras de suero y de ADN.
El programa de actividad física se ha iniciado con algo más de un centenar de participantes. En una primera fase, que incluye un período tutelado por una fisoterapeuta durante 3 meses, se realizan dos sesiones semanales en las que las participantes reciben también formación en el uso de tecnologías de información y comunicación (TIC).
Al inicio y a la conclusión del ciclo se lleva a cabo una evaluación general de la salud, así como una valoración del estado de ánimo, potencial cognitivo y calidad de vida.
Según explica el Dr. Antonio Cano, "los hábitos de vida tienen un impacto importante en la reducción de la vulnerabilidad a las enfermedades crónicas. Las mujeres presentan perfiles específicos de riesgo y de respuesta a la intervención. Esta especificidad se ilustra por la susceptibilidad a algunas enfermedades crónicas, como la osteoporosis o el Alzheimer, o por una peor calidad de vida (CdV) y mayor prevalencia de trastornos psicológicos. Creemos que un programa de actividad física adaptado a la edad mejora la salud, y con ello, se reducen la frecuentación a los servicios del sistema sanitario y el consumo de fármacos. Paralelamente, se puede disminuir la fragilidad y la vulnerabilidad específica para la enfermedad que las mujeres experimentan con la edad".
"Pero hemos dado un paso más, y en estos momentos estamos trabajando en un aspecto innovador, como es la introducción de TIC en este grupo de mujeres. De este modo se crearán grupos de apoyo para que puedan llevar a cabo programas de actividad física a través de las nuevas tecnologías y crear una comunidad virtual entre ellas", comenta el Dr. Cano. "Con esta estrategia, se garantiza el cumplimiento y la sostenibilidad de este programa a largo plazo".
Fomentar las TIC para crear programas virtuales de actividad física
El programa de la incorporación de las TIC en este grupo de mujeres incluye 10 módulos de formación en nuevas tecnologías y redes sociales. El objetivo es facilitar el acceso de programas de actividad física a través de internet y de aplicaciones móviles. Al mismo tiempo, permite crear grupos de apoyo y comunidades en las redes sociales para ponerlas en contacto y compartir programas de ejercicio.
Según explica el Dr. Cano, "con los datos que obtenemos en este programa, estamos desarrollando un plan de investigación básica paralelo, cuyo objetivo es aumentar el conocimiento sobre las variables de genómica y metabolómica que determinan el patrón femenino de la fragilidad ósea y los efectos que tiene el estilo de vida sobre el metabolismo óseo".
