Compromís exige que se condone la deuda del Consorcio Valencia 2007
El grupo municipal Compromís exige la condonación de la deuda que mantiene el Ayuntamiento de Valencia con el ministerio de Fomento por las obras a la dársena de la ciudad, “tal y como el gobierno central ha hecho con otras ciudades como Barcelona, Zaragoza o Sevilla”, según ha dicho el portavoz Joan Ribó, que hoy ha participado en la Comisión de Urbanismo del consistorio.
Ribó ha expresado su sorpresa porque “el redactor del Plan Especial de la Marina Real se atreva a hablar de sostenibilidad cuando en realidad es un plan totalmente insostenible: no contempla los 400 millones de euros que debe de el Consorcio Valencia 2007, del cual forma parte el consistorio, al Instituto de Crédito Oficial. Es más, se calculan como entrada de beneficios 4,1 millones de euros procedentes de la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles y del Impuesto de Actividades Económicas, sin tener en cuenta la deuda contraída. El Ayuntamiento de Valencia necesitaría 97 años para amortizar esa deuda, y esto sin contar el pago de intereses”.
Todavía en cuanto a la dársena, Joan Ribó ha destacado el despropósito que implica ceder a la Autoridad Portuaria una parcela de 15.500 metros cuadrados situada en la calle Marco Sopeña. El PGOU de 1988 establecía esta parcela como GEL-4, destinada a Espacio Libre Deportivo, y ahora el barrio pierde esta infraestructura para pasar a ser suelo de uso terciario, con posibilidad de edificar hasta 7 alturas. Tal y como ha dicho Ribó, “el PGOU de 1988 establecía unos usos deportivos para esta parcela, que la revisión actual del PGOU cambia para combinar los usos deportivos con terciarios; pero el Plan Especial debatido hoy va todavía más lejos y hace que toda la parcela sea destinada a usos terciarios. Nuevamente, el barrio del Canyamelar pierde suelo de uso vecinal para hacer una apuesta por la construcción de usos terciarios, es decir, para especular”.
Por otro lado, y ante la propuesta que había hecho Compromís para reducir la velocidad en el tramo de la CV-500 desde el final de la autovía de doble carril hasta la rotonda del Saler, el portavoz Joan Ribó ha aceptado la propuesta del equipo de gobierno para hacer un plan de movilidad especial para el Parque Natural de la Albufera, haciendo constar la urgencia en la reducción de velocidad: “los vecinos están de acuerdo con la propuesta que presentamos, incluso los alcaldes pedáneos de la zona, incluyendo al alcalde pedáneo del Saler, Enrique Dasí (PP); parece que sólo se opone alguna persona vinculada la conselleria de Infraestructuras que tiene intereses privados en la zona. Las demandas vecinales se tienen que atender, y se tiene que hacer ya”.
