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Nace en Valencia una nueva consulta específica para combatir la halitosis

Nace en Valencia una nueva consulta específica para combatir la halitosis

    Una de las mayores dificultades para tratar con éxito la halitosis o mal aliento se debe a que el origen de esta patología tiene múltiples causas y compete a diversas especialidades de la medicina. A pesar de su complejidad, el establecimiento científico de las causas más frecuentes que la originan, la aparición de modernos aparatos de diagnóstico y el desarrollo de terapias médicas de gran eficacia permiten, hoy por hoy, diagnosticar y tratar la casi totalidad de casos.

    En este contexto se sitúa el nacimiento de un nuevo tipo de consulta completamente focalizada en el cuidado del aliento; y que mañana 21 de enero abre sus puertas en Valencia de la mano de la Clínica Dental del Doctor Senís –grupo dental de referencia en la Comunidad Valenciana- y el Instituto del Aliento –centro pionero en la investigación y el tratamiento del aliento-. “Es importante que se conozcan los últimos resultados derivados de la investigación de una patología que la mayoría de personas sigue creyendo que tiene su origen en el estómago o que se debe a una higiene bucal deficiente. Son falsas creencias sobre la halitosis”, explica el doctor Jonas Nunes, reconocido experto en la lucha contra la halitosis y que desde el año 2007 dirige el Instituto del Aliento.

    “Es cierto que los fenómenos asociados a la existencia de halitosis pueden ocurrir en distintas partes del organismo: boca, nariz, garganta, pulmones, estómago, intestino, hígado, riñones, etc”. Por ese motivo, -prosigue- no podemos limitarnos a única especialidad de la medicina sino que colaboramos con diferentes profesionales de la salud: odontólogos, médicos especialistas en estomatología, otorrinolaringología, gastroenterología, medicina interna, nefrología, analítica clínica, inmune-alergología, además de psicólogos y nutricionistas”.

    Uno de los logros más destacados de esta colaboración multidisciplinar ha sido la aplicación del protocolo HCP Arthyaga®, implementado por el propio Instituto y que ha obtenido el reconocimiento internacional por haber conseguido una tasa de éxito global en los tratamientos de halitosis del 97% (la mayor tasa de éxito en la actualidad). Ahora, la colaboración entre la Clínica Dental del Doctor Senís y el Instituto del Aliento va a permitir por primera vez la aplicación de este exitoso protocolo en Valencia.

    "Con el protocolo HCP Arthyaga® implementado en nuestras clínicas -añade el Dr. Luis Senís, médico y cirujano maxilofacial- ya éramos uno de los pocos centros de la Comunidad Valenciana en ofrecer un tratamiento fiable contra la halitosis. Uniéndonos al Instituto del Aliento pasamos a ser un claro referente a nivel nacional en este tipo de tratamiento".

    ¿Cómo funciona la consulta del aliento?

    En la nueva consulta del aliento, la halitosis se encara como un asunto médico cuya existencia puede ser la manifestación de una enfermedad subyacente, no siendo, en ninguno de los casos de una cuestión simplemente estética o cosmética. Según el enfoque clínico del Instituto del Aliento, el paciente con halitosis debe seguir tres fases: diagnóstico, terapéutica y control.

    1ª Fase: Diagnóstico

    Antes de realizar un tratamiento, es esencial obtener un diagnóstico etiológico que se realiza en una única consulta. En ella, se recopilan todos los dados del paciente, su estado actual y los antecedentes médicos que tenga en relación a todos los factores de predisposición de halitosis y/o desencadenantes de la misma. Seguidamente, se realizan otros exámenes que incluyen el estudio informatizado del aliento (mediante la cromatografía gaseosa), el estudio de la saliva y de la función de las glándulas salivales; también pruebas microbiológicas y enzimáticas a partir de muestras de placa bacteriana.

    2ª Fase: Terapéutica/Tratamiento

    “No existe un único tratamiento para combatir la halitosis, argumenta el doctor Nunes. El único tratamiento adecuado será el que haya tenido en cuenta el origen del problema”.

    Casi el 83% de los casos se solucionan con medicación de uso tópico o sistémico, que actúa sobre todo en el interior de la cavidad bucal (antimicrobianos y estimulantes salivales, por ejemplo), en el aparato respiratorio (como los corticoides de acción tópica) y en el tubo digestivo (fármacos con acción sobre el reflujo gastroesofágico, etc.). El resto de casos (17%), puede incluir la extracción de focos infecciosos (caso de los legrados dentales), cirugías (como la extracción de las criptas de las amígdalas mediante láser de CO2), terapia psicológica (psicoterapia cognitiva en los casos de halitofobia, por ejemplo), entre otros. En la gran mayoría de los casos, se observa una mejoría de la halitosis tres o cuatro días después de haber iniciado el tratamiento.

    3ª Fase: Control

    La fase de control se inicia una vez conseguida la remisión de la halitosis y normalmente incluye una o dos consultas de revisión, “necesarias para la instrucción del paciente en medidas preventivas y la realización de eventuales procedimientos que aseguren el mantenimiento de los resultados obtenidos”. Según el doctor Nunes, “la mejora del aliento es evidente por la actitud que los pacientes muestran en las consultas, especialmente en el nivel de autoestima”. No obstante, hay que señalar que del total de pacientes tratados con éxito, un 7% continúa comportándose tres meses más tarde como si todavía padeciese halitosis. Persisten en estos pacientes comportamientos defensivos, como ocultar la boca con la mano o tomar chicles con mucha frecuencia. “Sin embargo, pasados seis meses y tras algunas sesiones de apoyo en las que con su colaboración confirmamos la no existencia de mal aliento, el porcentaje se reduce significativamente”, argumenta este experto.

    Una consulta que tiene en cuenta las emociones

    En este nuevo tipo de consulta médica, a menudo, las emociones ocupan un lugar más destacado que la biología porque está demostrado que la halitosis acostumbra a dañar la autoestima y autoconfianza de quien la padece, siendo un desencadenante de ansiedad y estrés continuados. “La conciencia de padecer mal aliento –explica el doctor Nunes- desencadena consecuencias psicológicas, con manifestaciones visibles en el comportamiento: gestos como cubrir la boca al hablar, mantener una mayor distancia interpersonal o evitar las relaciones sociales, algunas de las cuales pueden llegar a ser graves”.

    El simple acto de oler lleva consigo una enorme carga emocional que puede suscitar la aprobación o el rechazo, e incluso estimular la memoria. Según el doctor Jonas Nunes, “el olfato ha sido considerado no solamente el órgano de los sentidos más emocional sino también el más complejo, debido a las múltiples respuestas emocionales que los olores producen en los seres humanos”. La percepción de un aliento desagradable genera el aumento inmediato de emociones negativas, como irritabilidad, malestar, nerviosismo y agitación. Algunos de los hallazgos recientes han demostrado claramente que esta amígdala es estimulada por la percepción de un olor, y que los estímulos olfativos (positivos o negativos) influyen en las emociones relacionadas con la memoria, el lenguaje, el reconocimiento espacial y el temperamento.

    Inevitablemente, en el contexto social, los olores, las emociones y la imagen corporal interaccionan de forma dinámica e ininterrumpida. “Y todos sabemos que la halitosis – concluye- es una cuestión que determina las relaciones sociales”. Afortunadamente, ahora tiene solución

     

     

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