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Exposición Monográfica: El jardín del delirio: Silencio, alma y calma

    Constanza Soriano sitúa su producción artística en el contexto de la poética pictórica como reveladora de sensaciones y emociones, formulando propuestas estéticas que aspiran a una armonía de contrastes. Atiende concienzudamente al proceso y exploración del uso de materiales y técnicas cobrando significado el acto de la pintura, alimentándose de vivencias en formas y color, y transformándose en evocación expresiva a través de la imaginación. Considera que su trabajo es un camino de búsqueda y encuentro que transcurre a través del pensamiento. Y entiende la realidad actual como el tema natural de la obra: si acudo a la historia no es como sentido ingenuo de nostalgia, sino como la fuente de donde manan las claves del presente y del futuro.

    Para Constanza Soriano el arte es un terreno fascinante para el cuestionamiento: en él se dan las ideas y las imágenes para crear ese ámbito problemático por excelencia que es el de la apuesta estética. «El jardín del delirio» es un proyecto que en su conjunto y mediante el pensamiento pictórico, conversa sobre cuestiones emocionales del pintor que pueden verse reflejados en el espectador. Surgió en verano de 2013 mientras disfrutaba de la estancia en la Fundación Rodríguez Acosta, cuando pintaba del natural en sus espacios ajardinados. Ese ámbito me permitió una especial concentración en mis estados emocionales que se tradujo en una apertura creativa alrededor de sentimientos como la ternura y el dolor, el amor y el despecho, la rabia y la desolación. Si tuviera que resumir mi paisaje emocional en una sola palabra, esa sería «incertidumbre», con su componente de desolación, pero también de coraje ante el riesgo, de apuesta vital. Pintar es algo más que una opción expresiva: es, para mí, una manera de estar en el mundo, de impregnarme de él y de ser impregnada por la realidad.

    Esta exposición es, para mí, una nueva posibilidad de diálogo. Al encontrarse “un sueño”, (acrílico sobre lienzo, 195 x 195 cm., 2013) y “silencio, alma y calma”, (instalación volumétrica realizada con pintura acrílica sobre papel fabriano 300grs. en un espacio entre 5 x 7 x 5 m.) en una misma sala, puede comprobarse cómo se relacionan y dialogan entre sí, estableciendo nexos y contrastes. Tales relaciones exigen la participación activa del espectador, que es ahora, en el tiempo de la exposición, el verdadero protagonista, pues todo confluye hacia su mirada y hacia su sensibilidad receptiva. Ojalá mi obra le hable, que conmueva en su alma fibras de emoción y de revelación. Decía John Berger que «una línea, una zona de color, no es realmente importante porque registre lo que uno ha visto, sino por lo que le llevará a seguir viendo». En este sentido la pintura es una llave hacia el futuro, un medio que nos permite ver a través de otros ojos y sembrar también visiones fértiles donde brote la belleza. Con esta idea abro al público la cancela de «El jardín del delirio».

    Tras pasar por la Escuela de Arte y Superior de Diseño (Valencia, 2006), Constanza Soriano (Alicante, 1983) obtiene su licenciatura en Bellas Artes en la Facultad de San Carlos de la Universidad Politécnica (Valencia, 2011), donde cursa después el Máster Oficial en Producción Artística en el cual, su trabajo final, EI espíritu del paisaje y su proceso de abstracción, traza una visión diacrónica que interrelaciona el romanticismo y expresionismo abstracto y que explicita la importancia del proceso tecnopictórico en relación con la impronta emocional del pintor.

    Ha disfrutado de las becas Erasmus en la Mimar Sinan Fine Arts University de Estambul (Turquía, 2010), de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce (Segovia, 2012) y de la Fundación Rodríguez Acosta (Granada, 2013). En 2012 expuso de forma individual un proyecto titulado Paisajes tragicomédicos en el Museo Arqueológico de Elda, Alicante. Desde 2007, ha participado en varias exposiciones colectivas de alcance nacional. Entre ellas cabe destacar su participación en la XXI Bienal de Arte no Morrazo en Pontevedra, en el Museo Ibercaja Camón Aznar en Zaragoza y en el Centro Cultural Casa de Vacas de El Retiro de Madrid.

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