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La FSMCV espera una reunión con la Junta Central Fallera para abordar el papel de las sociedades musicales en la fiesta

  • Josep F. Almería, presidente de la FSMCV, pidió esta entrevista a Francisco Lledó para colaborar también en las candidaturas de las Fallas y sociedades musicales como Patrimonio de la Humanidad

  • Expertos en este proceso creen que hay potenciar “el espacio vivo" que generan las Fallas con la música, la indumentaria, el asociacionismo y a todos los que la han hecho y la hacen posible

  • La FSMCV cree que las sinergias entre las Fallas y las sociedades musicales, como principal agente cultural de la Comunidad Valenciana, potenciarían su valor patrimonial y cultural

La Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV) espera una reunión con la Junta Central Fallera (JCF) para abordar el papel de las sociedades musicales y la música en esta fiesta de interés turístico internacional. Josep F. Almería, presidente de la FSMCV, pidió esta entrevista a Francisco Lledó, el 17 de enero, para colaborar también en las candidaturas de las Fallas y las sociedades musicales como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

Expertos en este proceso creen que hay que potenciar el “espacio vivo" que generan las Fallas, además de los falleros y los artistas, con la música, la indumentaria, el asociacionismo y a todos los que la han hecho y la hacen posible en la actualidad. Sin olvidar la importancia nuclear que tiene el monumento como obra de arte efímera. Por ello, la FSMCV cree que las sinergias y la colaboración entre las Fallas y las sociedades musicales, como principal agente cultural de la Comunidad Valenciana, potenciarían su valor patrimonial y cultural.

La JCF promocionó la candidatura de las Fallas habilitando diversos canales para la recogida de firmas para apoyar una decisión que se esperaba en 2013 pero se retrasará hasta el presente año o el siguiente. La FSMCV apoyó este proyecto denominado “Espacio cultural de las fiestas de las Fallas valencianas”, para su declaración e ingreso en la Lista Representativa de la Unesco, aunque cree que se debe entablar una colaboración más estrecha que podría generar acciones e iniciativas muy fructíferas y eficaces para ambas partes.

Lledó afirmó que con esta declaración se perseguía “defender las fallas como valor patrimonial irrefutable y, con ellas, todos los elementos que la componen, la pólvora, el fuego, la música, el llibret..." y ayudar a mantener vivos “muchos sectores tradicionales como el oficio de artista fallero, la música, la escuela de tabal i dolçaina o los indumentaristas de trajes regionales." Todo ello, tradición, movimiento social y cultura popular quedaba reflejado en siete extensos cuadernos que se entregaron a la Unesco.

Valor añadido
La FSMCV pidió abrir un debate con los estamentos de las Fallas en el año 2011 en torno al repertorio, la promoción y creación de música fallera que dé valor añadido a la fiesta, asunto del que la JCF no se hizo eco. Alertaba de que la repetición de piezas merma la riqueza musical de los diferentes actos falleros y proponía impulsar la promoción y creación de música fallera, lo que aportaría más riqueza musical en los actos más representativos, tal y como hacen las fiestas de Moros y Cristianos. Además, expresó su preocupación por la música interpretada, en muchas ocasiones, por formaciones exiguas que malogran la ejecución de las obras de manera digna y que contrasta con la calidad que exhiben las sociedades musicales en conciertos y certámenes nacionales e internacionales.

Los convenios de colaboración firmados con la Unión Nacional de Entidades Festeras (UNDEF), una federación integrada por 68 asociaciones festeras locales de ámbito estatal, y con la Associació de Sant Jordi, una entidad con 10.000 socios responsable de la organización de esta fiesta en Alcoi, podrían ser un modelo a seguir porque han venido a potenciar y enriquecer la fiesta de Moros y Cristianos en toda España y dignificar su música, a los intérpretes y a los compositores.

Competencia desleal
En una mesa redonda bajo el título “El binomio música y fiesta”, organizada por la FSMCV y la UNDEF se concluía que “debería ser objetivo y responsabilidad de todos, festeros y músicos, el trabajar para poder frenar la competencia desleal” de grupos musicales “no pertenecientes a ninguna sociedad musical federada que con su manera de actuar desvirtúan y perjudican seriamente la importante y tradicional tarea artística, educativa y social de las sociedades musicales valencianas”.

Este “mercenariado musical”, sobre el que el colectivo viene alertando y denunció la Unió Musical d’Albaida, actúa sin cobertura legal y sin contratos que garanticen “la seriedad y fidelidad de los compromisos pactados”. El documento aboga por “un ejercicio de responsabilidad” y de que prevalezca “el sentido común y la buena voluntad” de las partes.

La FSMCV es una asociación con 45 años de existencia que agrupa a 541 sociedades musicales y sus escuelas de música (el 50% de España) con 40.000 músicos, 60.000 alumnos y más de 200.000 socios. Las sociedades musicales, presentes en el 90% de los municipios de Alicante, Castellón y Valencia de más de 200 habitantes, conforman un proyecto social y educativo único en el mundo y han sido declaradas Bien de Relevancia Local (BRL) por el Consell.

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