El Arzobispo invita a los miembros de los institutos de Vida Consagrada a “sacar a la gente de tanto desencanto en que vive, con la esperanza de Jesucristo”

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, invitó ayer tarde a todos los consagrados y consagradas de la archidiócesis a “sacar a este mundo y a esta historia del desencanto en que viven con la esperanza, pero no la nuestra sino la de Jesucristo, que es la que sana y elimina el desencanto en que vive tanta gente”.

En su homilía esta tarde ante centenares de representantes de los institutos de Vida Consagrada presentes en la diócesis, que abarrotaron la Iglesia de la Compañía de Jesús de Valencia, el prelado aseguró que “lo que estoy viendo yo ahora en vosotros es un milagro de Dios, porque sois obra del Señor y, precisamente por eso, sois milagro”.

Tras invitarles a ser “canto de esperanza en estos momentos de la historia” , monseñor Osoro les animó a que “ante las dificultades no seamos quejumbrosos, ni consintamos nunca quedarnos en el juicio del ´qué mal está todo´ sino que acojámonos a la gracia del Señor que nos regala gratuitamente”.

“No vivamos en clave de eficacia, sino de gratuidad”

Más adelante, el prelado se dirigió a todos los miembros de los institutos de vida consagrada para exhortarles a transmitir la esperanza de Jesucristo “Tenéis la luz misma del Señor; pues dadla, porque si no vamos a ser unos frustrados”, expresó el titular de la archidiócesis.

Además, el Arzobispo pidió a los miembros de los institutos de vida consagrada que “no dejemos que el activismo seque nuestra vida interior” y alentó a “dialogar con Jesucristo y anunciar su persona”, pero, al mismo tiempo, sin tener “la tentación de vivir en clave de eficacia, que eso nos cuesta muchos dolores después”. A este respecto, exhortó a “pasar de la eficacia a la gratuidad, porque lo que tenemos lo hemos recibido gratis”. Finalmente, monseñor Osoro alentó también a “asombrarnos todos los días de lo que el Señor va haciendo en nuestra vida”.

Con el Arzobispo de Valencia concelebraron en la eucaristía el vicario de Evangelización, Javier Llopis, y medio centenar de sacerdotes pertenecientes a distintos institutos de vida consagrada.

En la actualidad, la archidiócesis de Valencia cuenta con más de 4.700 consagrados, entre ellos 810 religiosos y 3.930 religiosas, además de miembros de institutos seculares y de sociedades de vida apostólica, según ha indicado el vicario episcopal para la Vida Consagrada, José María Ciller.

En la jornada “todos los consagrados renuevan sus compromisos religiosos y apostólicos en el transcurso de las misas que se celebran en conventos, monasterios y comunidades religiosas”, ha añadido.

La misa presidida por el Arzobispo, que coincide tradicionalmente con la festividad litúrgica de la Presentación del Señor, comenzó con la bendición de las candelas encendidas “que simbolizan la luz de Jesucristo”. La Jornada Mundial de la Vida Consagrada fue promovida por el papa Juan Pablo II en 1997 y tiene como lema este año “La alegría del evangelio en la vida consagrada”.