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Un joven católico paquistaní huye a Valencia, solicita asilo por motivos religiosos y pide ayuda para su hermana encarcelada

  • Amenazado tras ser “falsamente acusado de blasfemia” con su hermana por las autoridades

Un joven católico pakistaní, de 27 años de edad, Joseph Anwar, ha pedido asilo por motivos religiosos en Valencia tras abandonar clandestinamente su país por las “continuas amenazas recibidas” y ha pedido ayuda para su hermana y el marido de ésta, que permanecen recluidos en una prisión de Pakistán, acusados de blasfemia.

Anwar se encuentra provisionalmente alojado en el Centro de Acogida a Refugiados de Valencia tras huir de su país, según ha confirmado Jesús Cervera, director del Programa Diocesano de Pastoral con Inmigrantes.

La hermana del joven pakistaní, Shagufta Kausar, y su marido, Emmanuel Shafaqat, fueron arrestados y “acusados falsamente de enviar mensajes de texto blasfemos desde su móvil a altas autoridades del Estado”, ha añadido.

El matrimonio negó los cargos y en su defensa demostraron que “hacía un mes que habían perdido el teléfono móvil y que, incluso, habían pedido en la tienda bloquear su tarjeta SIM”, según el relato del joven pakistaní que publica en su último número el periódico diocesano PARAULA. Sin embargo, el marido, Emmanuel Shadaqat que es parapléjico, “fue obligado a confesar falsamente bajo torturas los cargos para evitar que torturaran también a su mujer”.

Tras la detención de su hermana, Joseph Anwar recibió también la llamada de la policía advirtiéndole de que sería detenido dos horas después. “Apagué inmediatamente el teléfono y pedí ayuda a un amigo sacerdote para escapar clandestinamente del país”, según ha explicado.

Joseph Anwar, que ofreció su testimonio en la misa por la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado que se celebró en Valencia el pasado 19 de enero, asegura que en Pakistán cada vez más cristianos sufren persecuciones y falsas acusaciones de blasfemia. “Con la ley de 1986 nos enfrentamos a juicios rápidos, sin garantías judiciales, y con sentencias tan duras como la muerte o la cárcel”, ha destacado.

Asimismo, ha asegurado que “según las leyes musulmanas de Pakistán, los cristianos somos considerados impuros, creen que si se dan la mano con nosotros se ensucian, y nos acusan de blasfemia porque decimos que Jesús es el hijo de Dios”, ha añadido el joven paskistaní, que ha precisado que a menudo, “las falsas acusaciones contra los cristianos y el martirio en Pakistán son ya muy frecuentes”.

Igualmente, Joseph Anwar ha destacado la situación de los más de 5.000 cristianos perseguidos en Pakistán y ha asegurado que “nos enfrentamos a muchas dificultades como la falta de derechos humanos, la ausencia de educación o la imposibilidad de promoción en cualquier campo de trabajo”.

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