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El Consorcio de Museos rinde homenaje a Sigfrido Martín Begué y su 'lado valenciano' en la Chirivella Soriano

  • Considerado el motor de la movida madrileña, la exposición muestra sus distintas facetas además de la pintura como el diseño de muebles, escenografías, montaje de exposiciones y hasta una falla

  • Entre las piezas destacan las esculturas de 'El Cid' o 'las Euromenitas' además de los 'pinochos' de la falla Na Jordana de 2001

  • El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, inaugura esta tarde la exposición

El director-gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, ha presentado la exposición 'Sigfrido Martín Begué. El lado valenciano' en la sede de la Fundación Chirivella Soriano de Valencia.

Garín ha estado acompañado por el Presidente de la Fundación, Manuel Chirivella y el comisario de la muestra, Vicente Jarque, además de los padres del artista, Mª Carmen Begué Millán y Antonio Martín González.

El Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana en colaboración con la Fundación Chirivella Soriano rinde homenaje al artista madrileño Sigfrido Martín Begué fallecido en 2010. La exposición pretende mostrar la larga y fecunda relación del pintor madrileño con Valencia a través de una gran diversidad de estilos más allá de su registro asociado con las fiestas de las fallas.

Según Felipe Garín "Martín Begué fue un personaje nada frecuente, una de las mentes más ordenadamente audaces de la movida madrileña. Fue un pintor excepcional cuya crítica social estaba hecha siempre desde el humor".

El director-gerente del Consorcio de Museos ha señalado que "la exposición muestra ese lado valenciano de Martín Begué que es en definitiva la visión que él tenía de Valencia con una serie de trabajos de una gran calidad y que hacen referencia al espíritu alegre y el lado más lúdico de su obra".

A través de una treintena de obras la exposición muestra la versatilidad y complejidad de su trayectoria eminentemente pictórica donde también tuvo cabida el diseño de muebles, escenografías, montaje de exposiciones y hasta una falla.

A partir de 1993, tras haber tomado contacto con Manolo Martín (el artista fallero), el Martín Begué comenzó a trabajar en una serie de proyectos que le convirtieron en un asiduo de la capital valenciana.

Para la exposición se ha contado con el apoyo y asesoramiento de la que fue su galerista Juana de Aizpuru, en la localización de piezas que se encontraban en manos de particulares. Numerosos artistas se han volcado con el homenaje como Molina Foix que ha colaborado con la realización de un texto para el catálogo además del propio Felipe Garín, amigo del artista.

A las colecciones particulares se suman otras instituciones que han prestado obra como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo Patio Herreriano de Valladolid, el Consejo Superior de Deportes y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Estructura de la muestra
La muestra se articula en seis secciones. En la primera se expone una de las piezas concebidas para el espectáculo 'Los divinos', celebrado en la Plaza Mayor de Madrid en 1993. Cada una de las esculturas, procedentes del taller de Manolo Martín, presidía una actuación inspirada en la figura correspodiente. El Cid es el que aquí comparece por su relación con Valencia y porque dio lugar a una coreografía de Nacho Duato.

La segunda sección está reservada a la pintura. En ella se hace patente lo que más le interesaba. Estos óleos presentan personajes (un mono negociante, un ilusionista o un héroe del cómic) ocupados en la tarea de pintar y en su problemática situación, como la que se evoca en 'La isla de las pinturas' (inspirada en 'La isla de los muertos' de Boecklin) o en 'El entierro de la pintura' (inspirada en El Greco). La tercera sección presenta 'Las Euromeninas', una obra también realizada en Valencia para el edificio Justus Lipsius de Bruselas, en 2002, con ocasión de la presidencia española de la Unión Europea. La obra no sólo conecta con la tradición de la pintura (Velázquez) sino con la de sus presuntos enemigos (Duchamp).

En la cuarta sección se trata del cine, una de sus pasiones, se vincula con su amigo Pedro Almodóvar y con la película de Vicente Molina Foix rodada en Valencia, 'El dios de madera', en la que colaboró. En la quinta se incluyen los muebles que concibió para el 150º aniversario de Loewe, en un ejercicio plástico en donde combinaba diseño, escultura, pintura. Finalmente evoca el inolvidable monumento (el famoso pinocho) que creó junto a Manolo Martín para la falla Na Jornana en 2001.

Sigfrido Martín Begué
Formado como arquitecto, desarrolló su trabajo en conexión con incontables referencias vinculadas a todos los ámbitos de la cultura (mitologías clásicas y contemporáneas, literatura, música, además del arte del pasado y de las vanguardias). Su pintura se presentó desde el principio como una especie de pintura conceptual, a veces alegórica, repleta de alusiones enigmáticas, pero siempre irónica, cuando no directamente sarcástica. Una de sus mayores preocupaciones fue el destino de la pintura en el mundo contemporáneo, un problema que se planteaba con más inteligencia que dramatismo. Y con notable optimismo, pues nunca dejó de pintar.

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