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California se interesa por el programa valenciano de promoción de la salud en poblaciones vulnerables

  • El programa MIHSALUD se centra en la salud sexual y reproductiva de colectivos vulnerables

Un grupo de 15 alumnos de la Universidad del Sur de California (USC) ha visitado el centro de salud Fuente de San Luis para conocer de primera mano los resultados de MIHSALUD, un programa que se empezó a desarrollar en 2007 para promover la salud en poblaciones vulnerables (inmigrantes, colectivos desfavorecidos…) de la ciudad de Valencia, especialmente la salud sexual y reproductiva, aunque también se ha extendido a la salud infantil y a la prevención de la violencia de género.

Este programa se lleva a cabo desde el Centro de Salud Pública de Valencia en colaboración con ocho centros de Atención Primaria de los departamentos Valencia – Doctor Peset (al que pertenece el centro de salud Fuente de San Luis) y Valencia – Clínic Malva-rosa, y la asociación ACOEC (Asociación para la Cooperación con Ecuador).

El grupo de estudiantes californianos forma parte del Máster Internacional en Migraciones de la Universitat de València y todos se han mostrado muy interesados en conocer cualquier iniciativa que se esté llevando a cabo en la ciudad para mejorar la salud de la población inmigrante.

Así, Nela Alcaraz, técnico de promoción de la salud del Centro de Salud Pública de Valencia, Felipe Hurtado, psico-sexólogo del Centro de Salud Sexual y Reproductiva de Fuente de San Luis, y Silvia Sarabia, pediatra del centro de salud Fuente de San Luis y miembro de ACOEC, han explicado a esta representación de la Universidad del Sur de California los objetivos del programa MIHSALUD (Mujer, Infancia, Hombre construyendo salud).

Tal y como han señalado, este programa establece como ejes de actuación la mediación intercultural en salud, la reorientación de los servicios sanitarios, la formación de profesionales en atención a la diversidad, la acción comunitaria a través del trabajo en red con asociaciones, la educación entre iguales y la dinamización en territorio.

Para ello, en los más de cinco años que lleva funcionando el MIHSALUD se han activado puntos de información en salud en lugares estratégicos de los barrios, se han realizado conversaciones de orientación sobre salud entre iguales, se ha distribuido material informativo-divulgativo y se han impartido talleres dirigidos a grupos de población vulnerable.

“En el programa se han realizado 38 foros sobre salud con participación de una media de 12 asociaciones de población inmigrante y 4 cursos de formación-acción de agentes de salud de base comunitaria gracias a los cuales se han formado 65 agentes de 28 asociaciones diferentes. En total, podríamos decir que el MIHSALUD ha movilizado a más de 3.500 personas en temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, la salud infantil y la prevención de la violencia de género”, ha señalado Nela Alcaraz.

Violencia de género
El programa MIHSALUD está en continua evaluación, ya que se realizan reuniones periódicas entre los técnicos de Salud Pública encargados de la supervisión del programa, voluntarios de ACOEC, mediadores interculturales y agentes de salud. De este modo se consigue atajar los contratiempos lo antes posible y mejorar y optimizar los resultados y los objetivos propuestos.

“El objetivo más cercano que nos hemos propuesto es consolidar las zonas ya abordadas durante los últimos años y extender el radio de acción del programa al resto de la población de la ciudad de Valencia para sensibilizarles de un problema que tiene lugar muy cerca de ellos. También pretendemos reforzar la sensibilización e información sobre la violencia de género, cuya prevención se ha incluido en el programa este último año”, ha explicado la doctora Silvia Sarabia.

Asimismo, Felipe Hurtado ha presentado los resultados del estudio que se realizó sobre los usuarios del Centro de Salud Sexual y Reproductiva (CSSR) de Fuente de San Luis con el objetivo de conocer cuáles eran las principales demandas en este ámbito de la población inmigrante y si existían diferencias significativas con respecto a la población española.

De un total de 829 personas que acudieron al CSSR Fuente de San Luis, un 45,5% eran inmigrantes, con una media de edad de 30,53 años. El 35,6% de este colectivo era latinoamericano, sólo el 11,7% tenía estudios universitarios y el 31,5% se dedicaban a la limpieza o al cuidado de personas. Más del 40% eran solteros y el 4,2% ejercía la prostitución.

El primer motivo de consulta, al igual que en la población española, es la demanda anticonceptiva. Otros motivos de consulta son la interrupción voluntaria de embarazos (IVE) y sobre sexualidad (disfunción sexual, atención a la transexualidad, conflictos de pareja…). “Asimismo, las mujeres inmigrantes superan claramente a las españolas en tasa de gestaciones, independientemente del número de éstas. Sin embargo, son muy similares los datos sobre comienzo de relaciones coitales (alrededor de los 18 años), de uso de métodos anticonceptivos (altos en los dos colectivos), así como los referentes a infecciones de transmisión sexual, con tasas bajas que superan levemente el 5%”, ha apuntado Felipe Hurtado.

El conocimiento de los hábitos y las preocupaciones de estos colectivos más vulnerables es fundamental para el éxito del programa MIHSALUD, ya que sobre esta información se construyen las acciones que se desarrollan.

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