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Rafael Ripoll: “La exposición sobre Zuloaga y Sorolla reivindica la figura de ambos artistas como patrimonio cultural de todos los españoles”

  • La Institución Sorolla exhibe en el Carmen ‘Mi mujer y mis hijas en el jardín’ de Sorolla y ‘Mis primas’ de Zuloaga, ambas obras de principios de siglo

  • El secretario autonómico ha señalado que con esta muestra la Institución Sorolla estudia la edad de plata del arte español y su dimensión internacional

  • Esta es la primera de una serie de muestras compuestas por un binomio de artistas

El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, ha explicado que “la exposición ‘Zuloaga y Sorolla, artistas en una edad de plata’ reivindica la figura de ambos artistas como patrimonio cultural y herencia colectiva de todos los españoles”.

Ripoll ha presentado la muestra junto al director-gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, el comisario de la exposición, Facundo Tomás, además de otros miembros de la comisión científica de la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios, como la bisnieta de Sorolla, Blanca Pons-Sorolla e Isabel Justo.

La exposición, organizada por la Institución Sorolla y el Consorcio de Museos, propone una aproximación a la cultura del entre siglos XIX-XX a partir de la obra de dos pintores españoles de reconocido prestigio: Ignacio Zuloaga y Zabaleta (Eibar 1870 – Madrid 1945) y Joaquín Sorolla Bastida (Valencia 1863 – Cercedilla 1923).

Según Ripoll “con esta exposición la Institución Sorolla refuerza una de sus principales líneas de investigación, estudiando la edad de plata del arte español y su dimensión internacional. Por ello ha elegido comparar la obra de dos de los artistas españoles del periodo de mayor proyección en Europa y América”.

El secretario autonómico ha explicado que “se inicia así un tipo de muestras que son un binomio de dos artistas. Este esquema servirá para otros proyectos expositivos como la muestra que, con motivo del 150 aniversario del nacimiento Mariano Benlliure, se organiza en torno a la obra del escultor valenciano frente a la de Sorolla”.

A partir de la exposición de los óleos Mis primas (1903) de Ignacio Zuloaga, cedido por el Museo Nacional de Arte de Cataluña y Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910) de Joaquín Sorolla, proveniente de la Colección Masaveu, se propone una muestra que confronta dos estilos pictóricos diferenciados pero que juntos encarnan la modernidad de la edad de plata de la pintura española.

Ambos conocieron la fama en vida: los cuadros de Zuloaga fueron apreciados dentro y fuera de España, yendo su éxito internacional a la zaga del de Sorolla.

Los dos artistas estudiaron el ejemplo de los maestros de la pintura española, con resultados distintos, en ocasiones entendidos como posicionamientos diametralmente opuestos. Despertaron la curiosidad de los pintores jóvenes de Europa y América y crearon escuela.

Ripoll ha aseverado que “la elección de estos dos cuadros, sin duda ejemplos concretos de la maestría de ambos autores, tiene un valor añadido y es el estudio de los personajes retratados, vinculados a la biografía de cada artista”.

“Estas biografías, que se incluyen en forma de vinilo como información complementaria de la exposición, son una muestra de los estudios realizados por parte de la Institución y son, además, un guiño al papel de la mujer en la vida cultural y artística del momento” ha concluido.

Obras confrontadas
La Institución Sorolla, presenta sendos cuadros de los principales artistas del entre siglos XIX-XX. Ambas piezas son apaisadas, y pertenecen a la primera década del siglo XX. Corresponden a etapas diferentes en la evolución de cada pintor; mientras el cuadro de Sorolla está realizado en plena madurez del artista, pocos años antes de iniciar el cometido para la Hipanic Society, el de Zuloaga, siete años anterior a otro, podría considerarse una obra de una etapa de consolidación.

En los dos casos hay tres mujeres, para las que el pintor tomó como modelo a familiares. Ambos cuadros permiten comparar a la perfección la manera de hacer de cada pintor.

Por un lado, en la obra ‘Mi mujer y mis hijas en el jardín’ (1910), Sorolla hizo un retrato de su mujer y sus hijas sentadas en el banco del jardín, junto a un perro que dormita a sus pies. Se sabe que se trata de Clotilde, María y Elena por el título del cuadro, pero cualquier «parecido» se esfuma en el juego de colores borrosos que apenas consienten distinguir las fisonomías de los personajes.

En ‘Mis primas’ (1903), así como en Sorolla la continuidad de la superficie del lienzo es absoluta, mezclándose en ella sin rupturas los colores de los personajes y del jardín, Zuloaga realizó un cuadro en el que, como era habitual en él, es perfectamente posible distinguir entre las figuras y el fondo. En las tres personas hay un predominio del color negro, en los vestidos y en las cabezas (cabellos y tonos oscuros de los rostros). Las mujeres sostienen una actitud simpática y coqueta que tiende a neutralizar las tonalidades oscuras del lienzo. Zuloaga se demuestra en este cuadro un gran dibujante y un gran colorista.

Personajes retratados
Cada una de las mujeres retratadas en ambos cuadros tuvo una gran influencia en el desarrollo de la obra de ambos pintores y se dedicaron también a la profesión artística.

En el caso de Sorolla, su mujer Clotilde jugó un papel muy importante en la conservación de los epistolarios del artista y la creación del Museo Sorolla, fundado a partir del legado de la viuda del pintor al Estado español. Sus hijas María Clotilde y Elena siguieron la estela de su padre como pintora y escultora respectivamente.

Por lo que respecta a Zuloaga, su prima Cándida Zuloaga, legó su herencia al estado español para que pudiera crearse el Museo Zuloaga de Segovia. Tanto Esperanza como Teodora, además de convertirse en musas del pintor, dedicaron su vida a la escultura cerámica.

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