El ayuntamiento recibe las cartas que Blasco Ibáñez envió a su biógrafo Gascó Contell
Habla de sus problemas de salud en los últimos años de su vida y de sus opiniones políticas de forma directa y desenfadada
Este importante legado, rubricado por él mismo, ha sido expuesto en la Casa Museo Blasco Ibáñez, en la calle Isabel de Villena, y aporta datos sobre los últimos años del novelista, ya que están fechadas entre el 3 de julio de 1925 y el 30 de junio de 1927.
Son exactamente 24 cartas, dos manuscritas y 21 mecanografiadas, estas últimas corregidas a mano por el escritor, y que hablan de los graves problemas de salud, sobre todo con respecto a la vista, que sufría este valenciano mientras vivía en su exilio de la Costa Azul. También de sus opiniones políticas de forma directa y desenfadada. Todas son de Blasco Ibáñez y sólo hay una de las respuestas de Gascó Contell.
María Irene Beneyto ha agradecido “este acto de generosidad con todos los valencianos” de la familia Gascó Contell y ha afirmado que “aciertan, sin lugar a dudas, con esta donación, pues qué lugar mejor para concentrar y difundir los legados blasquistas que la casa donde escribió ‘Cañas y barro’”.
El también valenciano Emilio Gascó comenzó su relación profesional y personal con el escritor cuando coincidieron en la editorial Prometeo, colaborando en la edición de las crónicas de la I Guerra Mundial. En 1926, publicó la primera biografía del novelista tras el descontento de Blasco Ibáñez con la que le había hecho Pitollet en Francia. En 1957 la reeditó; y en 1967, una vez más.
La Concejala ha anunciado que el Ayuntamiento está preparando una edición crítica de las cartas, reproducción facsímil y transcripción, junto a una nueva edición de la biografía de Gascó Contell sobre Blasco. María Irene Beneyto ha destacado que Blasco Ibáñez y Joaquín Sorolla “son los dos hombres de la ciudad de Valencia”.
El nieto de Gascó Contell ha explicado que la decisión de entregar esta correspondencia a la Casa Museo la ha tomado su madre e hija del biógrafo, Marinette Gascó, al ver que la memoria de Blasco Ibáñez ha sido rescatada. “Estamos satisfechos con la labor del Ayuntamiento de Valencia y creemos que el sitio para la posteridad de estas cartas es la Casa Museo”.