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Integrantes del Ballet de la Generalitat participan en un estudio de La Fe

    Existen pocos estudios relacionados con personas cuyas profesiones requieren un equilibrio especial. Esto resultó interesante a facultativos del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, que han determinado, tras un estudio comparativo con un grupo de control, que los profesionales de la danza tienen un equilibrio diferente a la población normal. Así, los especialistas de Otoneurología Dra. Daniela Páez, Dra. Vanesa Pérez y el Dr. Herminio Pérez Garrigues, tras utilizar un posturógrafo para comparar los movimientos, los otorrinolaringólogos han comprobado que las bailarinas realizan movimientos más lentos y de mayor longitud que la población que no tiene relación con la danza clásica.

    Tal y como ha destacado el Dr. Herminio Pérez Garrigues, responsable del servicio, "en el oído interno radican dos estructuras de gran importancia en el mundo animal, y por ende, en el hombre. Se trata de los órganos de la audición y del equilibrio. Por ello, la danza, y especialmente el ballet, sería el máximo exponente de la actividad que puede asumir el oído interno al concatenar la música con el equilibrio corporal. Esto ha sido lo que nos ha llevado a realizar este estudio".

    L'Institut Valencià de Cultura ha colaborado en el estudio médico llevado a cabo por el Servicio de Otorinolaringología del Hospital La Fe, dirigido por el Dr. Herminio Pérez Garrigues, en el cual han participado los bailarines y bailarinas adscritos al Ballet de la Generalitat, y otros colectivos artísticos, como la Asociación de Profesionales de la Danza y los estudiantes del Conservatorio de Danza. También fueron voluntarias las personas no profesionales, que constituyeron el grupo de control, similares en edad y sexo al grupo profesional.

    El trabajo se ha llevado a cabo con Posturografía Dinámica Computarizada, utilizando un instrumental sofisticado, el posturógrafo Balance Manager de NeuroCom. Se trata de un dispositivo que analiza el comportamiento del equilibrio estando de pie en diferentes situaciones: con ojos abiertos/cerrados, con movimiento del entorno, con movimiento de la plataforma que sustenta al sujeto, etc. Además, se ha valorado el equilibrio en dos posiciones básicas del ballet clásico: 'arabesque' y 'retirée'.

    Manel Chaqués, subdirector de Teatro y Danza del Institut Valencià de Cultura, ha señalado que "la danza es una fuente de material muy interesante para los investigadores interesados en el equilibrio. La danza clásica armoniza el relato de una historia con la música y con el movimiento corporal. Para conseguir conjugar los tres elementos, el movimiento tiene que ser muy fluido y ejecutarse con gracia y facilidad, pero en realidad son movimientos complejos que requieren condicionantes de equilibrio diferentes de los que acontecen en la vida ordinaria."

    El estudio del equilibrio guarda una relación directa con la dinámica corporal, un recurso imprescindible para la danza. Los intérpretes profesionales, de una manera instintiva, saben ocupar el espacio escénico sin que se produzcan movimientos desajustados. La danza es una relación armónica del cuerpo con el espacio y sin el equilibrio no es factible un desplazamiento lógico. La contención de la energía remite a un acto de comunicación basado íntegramente en la gestualidad corporal. El cuerpo es el lenguaje. El estudio comparativo de un grupo de población con destrezas especiales y otros grupos de población con patologías diagnosticadas remite a unos resultados clarificadores para la ciencia médica.

    Este estudio ha confirmado que el entrenamiento de la danza mejora la calidad y la rapidez en la respuesta a un desequilibrio, ya que desarrolla la flexibilidad, la fuerza muscular y la estrategia, lo cual permite a los bailarines mantener el equilibrio y evitar respuestas antiestéticas. Probablemente, las personas con profesiones muy relacionadas con el equilibrio desarrollan aptitudes especiales que no suceden en la población normal.

    Conclusiones del estudio comparativo

    Los especialistas de La Fe han explicado que sus resultados permiten concluir que los profesionales de la danza tardan más que la población general en iniciar un movimiento (tiempo de reacción) y lo ejecutan de forma más lenta (velocidad de movimiento), pero pueden conseguir un mayor desplazamiento (punto máximo de excursión final) y con más precisión (control direccional).

    El grupo control efectúa los movimientos de forma más brusca y más imprecisa, tal como sucede en su vida ordinaria. En el caso de las bailarinas, sus hábitos profesionales, centrados en la gracia del movimiento, influirían en los movimientos de su vida ordinaria, condicionando un control direccional alto y una velocidad de movimiento atenuada y grácil con un tiempo de reacción lento. Además, esta perfección del equilibrio y el entrenamiento les permitiría lograr un punto de excursión final más distante, en comparación con el grupo control.

    Por tanto, en este caso, se podría utilizar la famosa frase "el hábito hace al fraile", como expresión de que el movimiento de las bailarinas no sólo es peculiar en su actividad profesional, sino que, a base de ejercitar y perfeccionar continuamente el equilibrio, acaba determinando también las cualidades del movimiento en su vida ordinaria. Todo un arte fruto del trabajo.

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