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Fallas 2015

Ícaro lleva a lo más alto a la falla Sueca-L.Azorín con el primer premio de Calles Iluminadas

Ícaro lleva a lo más alto a la falla Sueca-L.Azorín con el primer premio de Calles Iluminadas
  • Russafa reúne a los tres primeros galardones del evento de las bombillas

  • La comisión de Sueca gana por segundo año consecutivo y suma otro más a su bagaje

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Ícaro lleva a lo más alto a la falla Sueca-L.Azorín con el primer premio de Calles Iluminadas - (foto 2)
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La falla Sueca-Literato Azorín ha ganado por segundo año consecutivo el cetro de las luces de las Fallas de 2015 con un montaje espectacular de la firma italiana De Cagna Luminare bajo el lema “El Mito de Ícaro”, según la decisión del jurado de la Junta Central Fallera que formaron Fernando Manjón, José Enrique Fraile y José Alabadí y se conoció sobre las tres de la madrugada.

Eran ellos o la falla Sueca-Literato Azorín y, al final, los deliberantes optaron por quien tiene en su bagaje más premios en éste concurso que hace grande a Russafa, a Valencia y a las Fallas.

Horas antes estuvieron las Falleras Mayores de Valencia y sus cortes contemplando el primer encendido.

El segundo premio fue para Cuba-Literato Azorín y el tercero para Cuba-Puerto Rico mientras Malvarrosa se quedó con el cuarto. Es pues Russafa el espacio donde brillan más bombillas leds de la ciudad en pocos metros cuadrados.

La obra lumínica, esbelta en su forma y refinada en las combinaciones cromáticas quiere representar la energía y el coraje del gesto de Ícaro que fascinado por la belleza del cielo y del inmenso espacio celeste, elevándose más alto, osó acercarse a Dios.

La sucesión de rombos y piezas labradas de los arcos prosigue alrededor de la apuntada galería creando un pasadizo de luz que exalta el aspecto mítico que nos lleva a enlazar con el lema central del monumento fallero 2015," La Abadía de Westminster y el amor secreto entre Enrique VIII y Ana Bolena"

Este tramo dos espalderas enlazadas con el último arco colocadas en forma de embudo nos conducen al espacio dedicado al monumento fallero cuyos confines están definidos por una majestuosa corona de luz de 23 m de ancha y 12.20m de altura que ciñe y diseña el espacio con un maravilloso enfoque de formas geométricas y florares.

El símbolo real junto al frontal de 18m de altura y 9m de ancho en forma de trono que se representa en la ultima galería nos conducen a la historia del rey y su amante, a través de los coloridos cortinajes de los arcos y los ostentosos elementos decorativos de la corona que evocan las esplendidas y lujosas decoraciones presentes en la arquitectura, tapices y vestuario de la corte.

La instalación contiene 660000 bombillas de led de nueva generación para un consumo total de cerca de 90Kw.

El motivo de Ícaro

Y porqué Ícaro. Pues porque según la leyenda, el rey de Creta, Minosse, había pedido a Dédalo que construyera el laberinto para el Minotauro. Por este motivo, Dédalo y su hijo Ícaro conocían perfectamente su estructura.

Minosse temía que revelaran los secretos y decide entonces recluir a padre e hijo en el laberinto, impidiéndoles así cualquier vía de fuga de Creta.
Ícaro, buscando como huir, construye unas alas con las plumas y las pega a su cuerpo con cera.

A pesar de las advertencias de su padre de no volar demasiado alto, Ícaro se deja llevar por la emoción del vuelo, intenta tocar el cielo y se acerca demasiado al sol; el calor funde la cera y cae al mar, donde muere.

Esa es la historia que los italianos recrearán en el gran montaje cuyos trabajos empezaron a finales de febrero.

El frontal de la entrada cuya estructura se presenta con toda su majestuosidad, mide 17,40 m de ancho y 22m de altura, está realizado mediante la combinación de elementos mayormente verticales que acentúan la altura.

Columnas bidimensionales alternadas con torres semicilíndricas de colores y formas excéntricas, que se repiten de manera modular hasta la cima.

En el primer tramo de la instalación una sucesión de cinco arcos apoyados en sutiles columnas forman un particular juego perspectivo creando el efecto de poder descender a través de los arcos en contraste con las columnas que se elevan hacia el cielo alcanzando una altura máxima de 32 m.

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