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Denuncia colapso y precariedad en el hospital La Fe

Denuncia colapso y precariedad en el hospital La Fe

    La Coordinadora Anti privatización de la Sanidad País Valencià (CAS-PV) ha denunciado hoy la situación de hacinamiento de los enfermos y la falta de personal en el servicio de urgencias en el hospital La Fe con el siguiente comunicado:

    Camas en los pasillos de prehospitalización, algún que otro enfermo de casi nula movilidad que han de ser movilizados en bloque -para lo que son necesarias varias personas-, esperas en la sala de urgencias o camas de prehospitalización para ser ingresados/as que duran hasta 2 días, enfermos/as que requieren aislamiento por infecciones víricas y/o bacterianas entre el resto de pacientes. Este colapso no es debido, como se pretende, a la epidemia de gripe ya que ésta solo afecta a dos de cada cinco usuarios. El personal de urgencias no está realmente reforzado y algunas de estas trabajadoras se ven obligadas a doblar turnos, en algunos casos. La reciente remodelación del mapa sanitario llevada cabo en las peores fechas de alta demanda en urgencias y otros servicios supone un aumento de 83.000 usuarios más provenientes de otros cinco municipios, que contribuyen a incrementar este colapso. Una vez más la falta de previsión sin la habilitación de los recursos suficientes es causa de una atención sanitaria precaria y tercermundista.

    Mientras, desde la gerencia del hospital La Fe se insiste en que se acuda a los centros de salud de primaria donde también se atienden urgencias. Es evidente que la obstaculización para que los médicos de cabecera puedan remitir a sus pacientes a especializada cuando las patologías son complicadas o específicas incrementa este gran despropósito.

    Desde CAS-PV denunciamos que esta situación es inadmisible en un hospital cuyas dimensiones son gigantescas en contraste con su número de camas: 998 frente a las 1600 con las que contaba la Fe de Campanar, hoy en día candidata a la demolición, de la cual también se “regaló” el mobiliario que ahora mismo supondrían 800 camas, armarios y sillas que podrían albergar a los usuarios que las necesitan con urgencia.

    Llamamos a todos y cada uno de los usuarios/as a presentar las reclamaciones oportunas contra la pésima gestión de la dirección que este hospital está llevando a cabo bajo criterios económicos frente a los derechos de los y las pacientes.

    Exigimos la cobertura total del personal necesario, ya que la deficiencia del mismo que se está viendo abocado en su gran mayoría a situaciones de estrés y precariedad laboral y por extensión en perjuicio de los usuarios.

    Reclamamos la provisión inmediata de los recursos humanos y materiales necesarios para pruebas diagnósticas, terapéuticas, cirugía, hospitalización, etc.

    Denunciamos que este modelo de gestión aumenta los costes por reingresos, infecciones y altas prematuras.

    Exigimos la eliminación de las listas de espera mediante la contratación del personal sanitario necesario y la apertura de los turnos de tarde en quirófanos y consultas externas.

    Por todo ello consideramos imprescindible la derogación de las leyes que abrieron la puerta a la privatización del sistema sanitario y a la exclusión selectiva del mismo para las personas con menos recursos y que en este hospital se ha ido instalando por servicios, ya que la gran mayoría de ellos (lavandería, limpieza, archivos, esterilización, cocina, mantenimiento, seguridad, farmacia, almacén, etc.) pertenece a empresas privadas las cuales van en aumento, mientras la plantilla de trabajadoras y trabajadores: médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, cada vez son menos en base a unos criterios de máximo “ahorro” desde la gerencia. Criterios que a posteriori se ven “recompensados”, como es el caso de Vicente Gil Suay como gerente del Hospital de Manises (grupo BUPA -SANITAS )… Y es que no hay nada como hacer méritos en la pública para desmantelarla y así obtener como recompensa un puesto en un consejo de administración o una gerencia de gestión privada.

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