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Declaración Conjunta en el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

  • Llamamiento a la acción para movilizar a los trabajadores de la salud de todo el mundo contra la MGF

A continuación la declaración conjunta de UNFPA, Unicef, la Confederación Internacional de Parteras y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia:

La mutilación genital femenina viola los derechos humanos y afecta a la salud y al bienestar de unos tres millones de niñas todos los años. Más de 130 millones de niñas y mujeres de los 29 países de África y el Oriente Medio en los que la práctica se concentra en la actualidad, han experimentado alguna forma de MGF, y los efectos sobre sus vidas son enormes.
En todo el mundo aumenta el compromiso de las comunidades y los gobiernos para eliminar la MGF, pero no basta. Hoy, coincidiendo con el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Muti- lación Genital Femenina, instamos a todos los trabajadores de la salud - desde las parteras y enfermeras hasta los obstetras y ginecólogos - a movilizarse contra esta práctica peligrosa y profundamente nociva.

El apoyo de los trabajadores de la salud en el esfuerzo mundial por poner fin a la MGF es fun- damental. Los trabajadores de la salud de primera línea tienen conocimiento directo de la di- námica social de las comunidades donde prestan sus servicios y de las normas sociales que per- petúan la MGF, y pueden acelerar el rápido descenso del apoyo a la práctica. Sus pacientes los conocen y confían en ellos.

Los trabajadores de la salud tienen además una comprensión profunda de las consecuencias nocivas de esta práctica. Ven las complicaciones urinarias, menstruales y obstétricas -incluidas hemorragias, infecciones y muertes - que provoca. Son testigos además del daño emocional que acarrea la MGF, trauma que suele durar toda la vida.

Los trabajadores de la salud están en muy buena posición para liderar el esfuerzo por resistir una perturbadora tendencia que ha surgido en muchos países: la medicalización de la MGF.
Alrededor de una de cada cinco niñas ha sido mutilada por un profesional de la salud cualifica- do. En algunos países puede tratarse de hasta tres de cada cuatro niñas.

La MGF es ilegal en muchos países, y los encargados de atención de la salud que la practican en esos países están violando la ley. Pero en todos los países, sea o no legal, los encargados de atención de la salud que practican la MGF violan los derechos fundamentales de las niñas y las mujeres. Dan aprobación tácita además a esta práctica nociva e infringen el precepto más bási- co de la medicina: no causar daño.

Los profesionales de la salud – en especial los trabajadores de primera línea - pueden hallarse sometidos con frecuencia a una presión considerable para practicar la MGF. Pero si se les pres- ta apoyo para resistir esa presión pueden pasar a formar parte de la solución.

De modo que, antes que nada, instamos a todos los trabajadores de la salud a que abandonen la práctica de la MGF y a que usen su influencia no solo en las comunidades en que trabajan, sino además con sus compañeros para acelerar el abandono de la MGF en todas partes. Insta- mos además a todos los trabajadores de la salud a que protejan la salud sexual y reproductiva de todas las mujeres que ya han sido sometidas a la MGF.

Sabemos que los trabajadores de la salud no pueden hacerlo solos. Nuestras organizaciones - UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF, por medio de nuestro Progra- ma Conjunto contra la MGF, la Confederación Internacional de Parteras y la Federación Inter- nacional de Ginecología y Obstetricia - están empeñadas en aportar a los trabajadores de la salud las aptitudes y la información para acelerar el abandono de la práctica de la MGF, así co- mo para tratar las complicaciones que derivan de esta práctica.

Las normas sociales, en especial en comunidades estrechamente unidas, pueden ejercer un poder tremendo sobre la vida de las personas. Pero las normas sociales pueden cambiar tam- bién cuando las personas ejercen su poder; cuando los trabajadores de la salud, los dirigentes, los expertos y, principalmente, las niñas y las familias, alzan su voz y toman medidas.
En el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina tomemos juntos una posición contra la MGF. La salud, los derechos y el bienestar de millones de niñas depen- den de ello.

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